Una escuela de la escucha y el acompañamiento

Nos mueve el deseo de cambiarlo todo. Nos recorre el cuerpo, estas cuerpas nuestras que viven con ansias de libertad feminista, que saben de luchas y derechos. Nos interpela la necesidad de encontrarnos en la escucha, el acompañamiento y también en el diseño de estrategias para cambiar este mundo y hacerlo cada vez mejor, más feminista.

Brujas tejedoras de redes que se extienden con toda potencia, que viajaron de casi todas las provincias del país para encontrarse en Neuquén,  para aprender, compartir y reaprender de la experiencias de las socorristas que acompañan a mujeres en sus procesos de abortos.  106 deseos, hechos cuerpos de activistas feministas que piensan en las cuerpas/los cuerpos gestantes como lugares de rebelión. 106 mujeres movilizadas por la Primera Escuela Socorrista.

Una escuela pensada para 60 personas, desbordó en mayo, a días de la apertura de las inscripciones para tener que ampliarse, de manera obligada a más de 1oo y dejar para una segunda edición a otras tantas. Que, mientras esto movía el avispero de Las Revueltas, en Neuquén, generaba contactos y formas de encuentro en otras geografías. Tanto así que un grupo de whastapp funcionó para promover la autogestión, los viajes en conjunto, los guiños a la hora de verse personalmente en el semicirculo del primer día de clases.

La ronda, forma elegida por sobre cualquier otra para que circule la palabra, contuvo los relatos que una a una hizo sobre aquello que la movía a llegar hasta ahí, ese día, en ese momento de sus vidas, en este tramo histórico. La injusticia del abandono, las amigas que abortaron, los abortos que pasaron por las propias cuerpas y que queremos que se tramiten con la convicción feminista, fueron las respuestas que tardaron en salir.  Allí, la necesidad de estar juntas era el telón de fondo que se extendía inmenso con violeta y verde de la lucha feminista.

Fue un momento conmovedor, donde se escucharon cosas que, en otros espacios, pocas se animan a contar. La jornada fue intensa pero enriquecedora, nos nutrimos mutuamente  y nos preparó para la siguiente jornada, para seguir poniéndole cabeza y el amor que tiene la práctica socorrista. Nadia Mamani – La Revuelta, Buenos Aires.

Nos miramos y al reconocernos nos abrazamos, recién llegadas de un 13J y 14J que nos mantuvo en vela, que nos hizo salir airosas con media sanción en la mano y que nos prepara para lo que se viene en el Senado y más aún después de él.

La cotidianidad del aborto circuló, ya en otra ronda, con sus semanas, con sus sentires y con la disputa constante de saberes. La experiencia de las Socorristas en Red (Feministas que abortamos), mostró cómo el cuerpo a cuerpo construye conocimiento y sistematiza  los datos que nos llenan de poder. Esos mismos datos no son menos que cimbronazos en los argumentos anti derechos que quieren mantener  el estado actual de las cosas, o más bien de la vida y muerte de las mujeres.

Así la palabra insistente y feminista va a seguir tomando los lugares que merece. El segundo día de formación socorrista traerá nuevos desafíos, porque lo que nos mueve es el deseo de hacerlo todo libre y feminista.

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