Proponen derogar leyes de la dictadura que benefician a la Iglesia Católica

Organizaciones Laicistas de Argentina (OLA), presentó un proyecto en el Congreso de la Nación para derogar leyes y decretos que fueron aprobados por la última dictadura cívico militar y que implican beneficios económicos y jubilaciones de privilegio para la Iglesia Católica.

Joven de espaldas con un pañuelo naranja colgado en la mochila y otro verde (menos visible) esperando en una parada de colectivo.
Foto: Lorena Ybañez.

Le estamos pagando los sueldos, las jubilaciones de privilegio con plata que el Estado necesita para resolver cuestiones urgentes. La plata hace falta en los comedores y no en las jubilaciones de los obispos”, afirma Pao Raffetta, activista trans, no binarie, artista, docente y apóstata (cuando apostató la echaron de la Universidad de El Salvador donde daba clases hacía 10 años). Integra, desde su fundación, Apostasía Colectiva de la ciudad de Buenos Aires, una organización –con sede en distintas provincias- que activa hace más de una década el derecho a la protección de datos personales. Apostatar es decir: “no, en mi nombre”, es renunciar a la Iglesia Católica, es exigir que quiten nuestro nombre de las listas de bautismos, que engrosan los números y hacen de esta institución una de las que tiene mayor cantidad de “fieles”.

Pao Raffetta con una bandera LGTBI
Pao Raffetta.

Pao explica que en momentos de gran debate sobre temas como las leyes de salud sexual y reproductiva, de igualdad de derechos para colectivos LGTIQ, o el derecho al aborto, es cuando se renueva el movimiento de apostasía, por la cantidad de reacciones fundamentalistas y discursos de odio religiosos y no religiosos que surgen. El debate y la posterior aprobación en 2020 de la legalización del aborto, los médicos y médicas que amparades en la Objeción de Conciencia se niegan a cumplir este derecho, las mujeres y otras personas con capacidad de gestar judicializadas por transitar un aborto, entre otras situaciones, sin dudas renovaron la discusión y el activismo en pos de separar la Iglesia del Estado.

En este contexto, OLA elaboró una iniciativa popular para recolectar firmas para acompañar el proyecto de ley que deroga leyes 21.540, 21.950, 22.162, 22.430, 22.552, 22.950;  y los decretos 9471/43, 17917/43, 12958/57, 11473/61, 1941/73, 6290/69, Nº 1.991/80. La iniciativa popular no pudo llevarse adelante porque quien debe revisar ese texto es el Defensor del Pueblo de la Nación y su cargo está vacante hace 12 años. OLA resolvió presentar de todas formas el proyecto, que fue girado a la comisión de Asuntos Constitucionales.

Vicente Suárez Wollert, es el encargado de prensa y comunicación de OLA. “Los decretos de la dictadura, que a través de esta iniciativa popular buscamos derogar, tienen toda una raíz histórica. La dictadura impulsó la  impunidad de la Iglesia Católica, sostuvo el culto a través de subsidios a instituciones católicas, de exenciones impositivas, de los sueldos a obispos, capellanes, seminaristas, por ejemplo yo fui seminarista y ese dinero nunca lo ví”, indica. “OLA entiende que ningún culto, no solo la Iglesia Católica, tiene que ser sostenido por el Estado. Entendemos que para que una sociedad sea de oportunidades, de inclusión, de diversidad tiene que separarse la misión de la iglesia de la misión del Estado que son diametralmente opuestas”, agrega Vicente.

Vicente en primer plano con un pañuelo naranja de fondo
Vicente Suárez Wollert, de OLA.

Vicente es sobreviviente de abusos eclesiásticos, forma parte de la Red de Sobrevivientes de abusos eclesiásticos, y fue seminarista. “Soy el primer denunciante del cura José Miguel Padilla, conocido como el cura carapintada, fundador de la fraternidad de Belén en la provincia de La Pampa, actualmente con dos denuncias y radicado en San Luis. Lamentablemente protegido por la Iglesia Católica. Yo soy una persona atea. En principio traté de conjugar esto de ser creyente y separar lo institucional de la fe y después me fue imposible, porque cuanto más yo intentaba que se investigue no solo a Padilla sino a otras causas de compañeres más me encontraba con el encubrimiento de parte de la jerarquía católica, la defensa por parte de comunidades creyentes. Eso fue poco a poco apagando mi fe, dejé de creer en la Iglesia, en lo que predica y promueve y con el tiempo entendí que si tenía fe no era esa experiencia o modalidad”, relata.

Es ahora

Necesitamos que toda la lucha por los derechos humanos se pliegue a esto que va a ser histórico también que es separar la iglesia del estado”, señala Pao y advierte también la necesidad –aunque no es el momento-, de debatir el artículo 2 de la Constitución Nacional que establece que el Gobierno federal sostiene el culto católico apostólico romano.  “Empecemos por lo que se puede que es acabar con los privilegios que están dados por ley. Cambiar la Constitución Nacional, sacar ese artículo dos eso será más adelante y es más complejo”, remarca.

Uno de los objetivos generales de OLA es el Estado laico, el fin de los privilegios a las iglesias, la igualdad jurídica”, explica Pao. OLA está integrada por más de 50 organizaciones de sectores sindicales, políticos, de mujeres, disidencias, migrantes, indígenas, profesionales. De Neuquén participan la colectiva feminista La Revuelta, la Confederación Mapuce  y la Mesa por la Igualdad, entre otres. La diversidad es clave en el movimiento laicista y Pao lo reafirma: “la pelea por la separación de la iglesia y el estado no la vamos a lograr con gente con la que pensamos igual en todo, lo vamos a lograr hasta con gente que no haríamos nada fuera de esto, pero lo vamos a lograr”. 

1 thought on “Proponen derogar leyes de la dictadura que benefician a la Iglesia Católica”

  1. SEPARACIÓN DE IGLESIA Y ESTADO YA!
    El sostenimiento de la Iglesia Católica o cualquier otro culto por el Estado es una aberración jurídica en una Nación que proclama la igualdad ante la ley. Porque obliga a millones de argentinos no católicos a aportar a la financiación de una secta, otorgando a ésta un privilegio que desconoce aquella igualdad. Las iglesias deben ser sostenidas por sus adeptos. Lo fondos públicos, que son de TODOS, no pueden, no deben ser utilizados para beneficio de ningún sector. Hay que dar esa batalla cuánto antes. Necesitamos escuelas, hospitales, rutas, servicios esenciales eficientes y al alcance de todos los argentinos. En eso debe invertirse los fondos públicos.

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