Por Sara Aedo para La Colectiva Feminista La Revuelta

Con el dolor de una nueva muerte a manos del patriarcado, expresado en los poderes del Estado, más de 3.000 mujeres marcharon por el centro neuquino. Después de conocer la noticia de hallazgo del cuerpo asesinado de Micaela García y tirado en un descampado como la basura de algo que se usó y se desechó, la calle se llenó de expresiones de dolor y de hartazgo.

Una marcha de más de seis cuadras recorrió la Avenida Argentina, exigiendo la destitución del juez Carlos Rossi, magistrado responsable de dejar en libertad al presunto violador y asesino de Micaela, Sebastián Wagner. Wagner gozaba del beneficio de libertad condicional, otorgado por Rossi, al cumplir las dos terceras partes de una condena de nueve años por dos violaciones.

La palabra “HARTAS” pintada en un cartel gigante encabezó la movilización como un resumen del sentir de cada mujer que participó de la masiva movilización. Seis letras que expresaban la realidad de una mayoría cansada de ver cómo cada 18 horas asesinan a una mujer mientras el Estado que elige mirar para otro lado.

Las Micaelas se repitieron, una y otra vez, en el acto de cierre cuando varias organizaciones sociales hicieron uso de la palabra para relatar la violencia contra la que están de pie día a día. Los nombres de las mujeres violadas y asesinadas a manos de un hijo sano del patriarcado conformaron una lista que necesita ser recordada. Los puños en alto acompañaron cada ¡presente! por las que no pudieron escapar de la mano de sus asesinos y hoy son motivo de encuentro, de reflexión y de acción colectiva.

Escenas como las que se vieron en el Monumento a San Martín, de Neuquén, se repitieron en todo el país. En cada plaza principal había mujeres que salieron a gritar la bronca y la injusticia en vez de cometerse a la perpetuación de las violencias. Salieron bajo la consigna “Si tocan a una nos tocan a todas”, que más que una frase hecha es, a esta altura, un mandato. Decidieron, nuevamente, estar en la calle por este “Ni Una Menos” que el Estado no quiere transformar en una política real y concreta aunque cada día quede en evidencia que resulta tan urgente como indispensable para seguir vivas.

Llevar el reclamo a la cotidianidad

A pocas horas de la masiva marcha del sábado, la Liga de Handball de Mujeres, categoría mayores se unió al reclamo de justicia por Micaela, en el partido que disputaron el domingo, en el Instituto de Formación y Educación Superior.

Antes de comenzar, las jugadoras y el cuerpo técnico de Azur y el Centro de Educación Física N 1, mostraron la foto de Micaela colgada en el pecho. La tribuna acompañó con aplausos, en un gesto colectivo que se comprometió a recordar en lo cotidiano a las todas las mujeres cuyas muertes no han sido juzgadas y cuyos femicidas aún caminan libres por calles.

Fotos:

-Intervención partido de Handball, Liga Mujeres, 9 de abril: Agus Scantamburlo