Socorro Violeta recargado

Después de 10 años volvió el servicio Socorro Violeta pero renovado: ofrece una atención integral. El asesoramiento no es solo legal, sino que se propone una escucha atenta por parte de profesionales de distintas áreas que buscan, con múltiples herramientas, una respuesta conjunta a las reparaciones que demandan las víctimas de violencia machista. Además, buscan conformar un Observatorio de Violencias Institucionales.

Socorro Violeta renació porque las demandas por acompañamiento son recurrentes”, asegura Angie Acosta, abogada feminista y parte del equipo de Socorro Violeta. Hace 10 años era el único servicio de asesoramiento legal para mujeres víctimas de violencia machista. Hoy, como entonces, vuelve para cubrir una demanda que el Estado no aborda (por insuficiencia o desinterés). Si bien existen líneas de asesoramiento (como la 148), y un patrocinio legal gratuito limitado (solo acceden mujeres con ingresos menores a los 25.000 pesos y que no tengan bienes a su nombre), todavía existen derechos incumplidos y necesidades no resueltas para las mujeres que deciden denunciar la violencia sexista, patriarcal y machista. “Lo que cubrimos y el Estado no, es la escucha atenta y acompañada”, asevera Acosta. Y ahí reside el gen de los socorros: la ayuda entre mujeres, las veces que sean necesarias, el tiempo que demande, los modos que requiera, las redes que hagan falta.  “La respuesta a la violencia machista no debería ser de exclusividad del Estado”, cuestiona Gisel Barrionuevo, socióloga y parte del servicio, y destaca el rol de las organizaciones feministas a la hora de acompañar, visibilizar y denunciar las violencias.

Espacios como el de Socorro Violeta deben ser reconocidos por la sociedad y el Estado. Nuestra propuesta es dar una devolución, crear un Observatorio que de un panorama de la realidad que vemos”, explica Barrionuevo. “Tenemos como idea principal constituirnos como un Observatorio de las violencias institucionales, aquellas que se ejercen desde instituciones del Estado y sus poderes. Para que puedan ser denunciadas y modificadas a través de políticas claras”, agrega Acosta.

“Violencia institucional contra las mujeres: aquella realizada por las/los funcionarias/os, profesionales, personal y agentes pertenecientes a cualquier órgano, ente o institución pública, que tenga como fin retardar, obstaculizar o impedir que las mujeres tengan acceso a las políticas públicas y ejerzan los derechos previstos en esta ley. Quedan comprendidas, además, las que se ejercen en los partidos políticos, sindicatos, organizaciones empresariales, deportivas y de la sociedad civil”. (Ley 26.485)

Como indicio de lo que sería el Observatorio, al inaugurar el servicio de Socorro Violeta (en mayo de este año), las profesionales presentaron un pedido formal al presidente del TSJ, Germán Busamia, para que las mujeres que concurran a realizar una denuncia por violencia puedan hacerlo acompañadas. “Es un derecho que no demanda presupuesto y que no se estaba cumpliendo”, apunta Acosta. El próximo pedido versará sobre el cumplimiento del asesoramiento gratuito a mujeres víctimas de violencia previsto en la ley 2786.

Redes para reparar
Presentación ante el TSJ. Mayo 2019. (Foto LMN)

Socorro Violeta está articulado por La Revuelta, el sindicato Aten y profesionales feministas de distintas áreas.  “Aten se suma por decisión política de aportar desde la militancia contra las violencias. Es un aporte fundamental por el acompañamiento respetuoso, la integralidad de la mirada, la visibilización de lo patriarcal de la justicia, la persistencia en la exigencia de justicia y también algo fundamentalmente importante es generar el acompañamiento necesario para poder salir adelante y recuperar la autonomía (en la medida de lo posible). La escucha, la información, la empatía suceden en el Socorro Violeta”, asegura María Celia Juan, integrante de la comisión directiva provincial de Aten.

Se brinda información, se asesora pero también se buscan generar herramientas para cambiar la realidad. Muchas veces tenemos ‘casos resueltos’ pero la herramienta reparadora no está sola o exclusivamente en la justicia”, explica la socióloga Barrionuevo. De esta manera, con abogadas, psicólogas, trabajadoras sociales, politólogas y docentes de diversas especialidades el servicio brinda una escucha atenta y respetuosa a la persona que asiste a Socorro Violeta.

En casi dos meses atendieron 35 casos, de edades y tipos de violencias distintos. “Antes había una idea de la violencia machista  asociada al golpe o la violación,  ahora nos damos cuenta que hay muchas otras: laboral, doméstica, reproductiva institucional, simbólica.  Y también vemos que no se denuncia tanto en soledad, sino en comunidad. Todas las luchas abrieron y tejieron redes”, detalla Barrionuevo.

“Socorro no es solamente un espacio que acompaña a mujeres, un  lugar de escucha o de reparaciones posibles, sino también es un ámbito para transmitir las demandas específicas de las mujeres al Estado”, resume Acosta.

Socorro Violeta funciona los lunes de 10:30 a 12:30, y los martes de 16:30 a 18:30 en Aten provincial (Alcorta 863). La atención es por orden de llegada. 

Mail de contacto: socorrovioleta2019@gmail.com

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