“Libre, no valiente” es el título del libro de Beatriz Kreitman que narra la vida de Ivana Rosales, de cómo la violencia que sufrió por parte de su pareja, del Estado, de la Justicia y de la sociedad se convirtió en lucha y resistencias. Un aporte a la construcción de la memoria feminista y las luchas de las mujeres contra la violencia machista.
El viernes 13 de septiembre a las 20 se presentará el libro “Libre, no valiente” en el salón Blanco de AMUC. Estarán presentes su autora, Beatriz Kreitman, Abril Rosales, Ana Maldonado y habrá un cierre musical a cargo del grupo Las Entreveradas.
“Quería aportar a sostener la memoria. Las historias de muchas mujeres quedan en el olvido, y son tan importantes. Me parecía valioso aportar al recuerdo mantener la memoria, saber que esta mujer no solo soportó los golpes sino también la revictimización por parte del Estado de manera permanente”, dice Kreitman sobre la idea de escribir un libro sobre Ivana. No es la primera historia que narra sobre mujeres (“Hijos de papel”, “María Grazia”). La muerte de Ivana, el 5 de septiembre de 2017, fue el punto de partida. “Me impactó mucho siempre su vida, pero me impactó más que se haya muerto, cuando una ya había pensado que había recuperado su vida, su historia, sus ganas de hacer cosas”, agrega. Ivana murió luego de un ataque de epilepsia, una de las tantas secuelas que le dejó la brutal golpiza que su entonces pareja, Mario Garoglio, le propinó en 2002.
El libro da cuenta de distintos testimonios que fueron parte de la vida de Ivana luego del intento de femicidio, como el de Ruth Zurbriggen, quien junto a Mónica Reynoso la acompañaron y organizaron distintas acciones públicas para visibilizar lo sucedido. Kreitman también incluye como fuente el expediente judicial, notas periodísticas, pero la voz fundamental es la de Abril, una de las hijas de Ivana. “La mayor aportante en voz en el libro es Abril, y también hay escritos y cartas de Maika”, cuenta la autora.
“Ivana vivió todo tipo de violencia, la física, la verbal, la de un Estado que en vez de proteger a sus hijos los puso en una situación de vulnerabilidad mayor. Creo que Ivana nos dejó a todas las mujeres, no solo un ejemplo de lucha, de tenacidad, de superarse, de plantarse frente a la adversidad y enfrentar todos los organismos del Estado que miraban para otro lado. Nos dejó también las ganas, la fuerza, la consigna que las mujeres no debemos callar, que aunque cueste, aunque sea doloroso lo peor es el silencio al que muchas mujeres se recluyen por falta de medios, por miedos, por no saber qué puertas tocar. Ivana decía que lo peor es el silencio, ella dio testimonio de lo que las mujeres no podían hacer”, afirma Kreitman.
“En la calle quiero ser libre no valiente”, era el cartel que llevaba Ivana en las marchas contra la violencia machista de las que participó el último tramo de su vida. La consigna es el título del libro que narra su vida, una frase que la hizo lucha, por la que puso el cuerpo, que dejó como ejemplo en su hija, en todas las personas que la conocieron, en la historia de las mujeres valientes, libres.
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