Una vez más Las Revueltas participaron del Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales y No Binaries que se desarrolló en La Plata. Fue hasta el momento el más masivo desde sus 34 ediciones. Dos jóvenes que viajaron por primera vez relatan sus experiencias.
“Lo que más me impactó fue la cantidad de mujeres que estábamos ahí por lo mismo. Miles de almas movilizadas, preocupadas y con ganas de ocuparse por algo en común, con la sangre revuelta de las ganas que las cosas cambien”, cuenta Zoe Albar Díaz, de 18 años, estudiante de la EPET 8.
Según versiones oficiales se esperaba la llegada de 200.000 personas al Encuentro, aunque en la marcha se habló de más de 500.000 participantes, siendo así la edición más masiva en la historia de los ENM, ahora Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales y No Binaries.
“Sabía que si participaba del Encuentro, ya desde el hecho de viajar con mujeres desde mi lugar iba a aprender un montón, fui con la idea de tener revolucionada la cabeza y así fue”, recuerda Zoe. “Decidí ir al Encuentro por muchos motivos, sentía que tenía que estar ahí. Con una amiga participamos todos los años en una festival de cine para adolescentes, tuvimos una experiencia con una película sobre la lucha estudiantil en Brasil que nos movilizó hasta los huesos. Nos abrazamos y dijimos ‘vamos‘”, relata Malena Urretabizkaya, de 17 años y estudiante del CPEM 28.
Las dos participaron de los talleres sobre “trabajo sexual” y sobre “violencias en la infancia”. “Me costó un poco decidirlos, pero no me arrepiento de la elecciones, aprendí un montón”, asegura Zoe. “Viajé con una discusión más interna sobre la abolición o regulación del trabajo sexual, y afiancé mi postura”, agrega Malena.
“Estuvimos en el festival ‘Que la tierra tiemble’, veníamos de un día duro, con muchas cosas, todo muy serio y en el festival fue otra cosa, encontrarnos pero desde otro lugar”, afirma Zoe. Su experiencia es la de muchas: un Encuentro que es muchos encuentros a la vez, discusión política, vivencias personales, conocer otras realidades, festivales feministas, cantos a cualquier hora, pañuelos por doquier, plazas atiborradas de mujeres, una ciudad apropiada por tres días donde las mujeres somos libres y estamos hermanadas. “Me llevo del Encuentro que éramos muchas mujeres que nos movilizaba a todas lo mismo y podíamos festejar pase lo que pase y desde el lugar en que estábamos”, agrega Zoe.
La sede del 35° Encuentro será en San Luis. En la elección por aplausómetro se valoró la historia de la provincia en la lucha docente, los pueblos originarios, las desigualdades laborales hacia las mujeres y la conquista de derechos sexuales y reproductivos, entre otras cosas.
“Sabía que La Plata iba a ser masivo, pero aún así me impactó la cantidad de mujeres convocadas. Volvería a participar todas las veces que sea posible. A San Luis lo proyecto grande, masivo también”, apunta Malena.
“Después de haber vivido esto no hay manera que no participe de nuevo. Es algo impresionante. Me siento afortunada de haber participado, de haber hablado, de haber marchado, de haberme movido en esta ola de mujeres, aprendí tanto, no quizás de temas puntuales sino entre nosotras. De mí misma, de por qué soy lo que soy. Una vez que empezamos a ver las cosas y verlas juntas es re valioso”, cierra Zoe.
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