El Gobierno Nacional, a través del Decreto 734/2020, creó el “Programa Acompañar” que busca promover la autonomía de mujeres y del colectivo LGTBIQ+ que se encuentran en contextos de violencias de género. La iniciativa prevé un acompañamiento integral y un apoyo económico durante 6 meses para colaborar en el desarrollo de un proyecto de vida autónomo y libre de violencias.

Se trata de una de las medidas del Plan Nacional de Acción contra las Violencias por Motivos de Género 2020-2022 impulsado por el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad. 

Esta medida será en conjunto con ANSES y aspira a una implementación federal.  Sin embargo, para esto es necesario que las provincias y los municipios firmen los convenios para ser constituidos como Unidades de Acompañamiento.

En este sentido Alejandra Oherens, subsecretaria de las Mujeres de Neuquén, aseguró que desde dicha institución acompañan las políticas públicas que se piensan para garantizar los derechos de las mujeres, asistirlas y acompañarlas. “El aporte económico es un paliativo para que la mujer pueda irse del lugar y no seguir conviviendo con el violento. Lo positivo es que después de los 6 meses ingresan al programa Potenciar, lo que les permite acceder a un trabajo formal”.

Sin dudas se trata de políticas públicas que se deberían haber implementado hace mucho, “ya que las violencias contra las mujeres, en el último tiempo, han aumentado a pasos agigantados”.

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El objetivo principal del programa es promover la autonomía de mujeres y LGTBIQ+ que se encuentran en riesgo en contextos de violencias por motivos de género, a través de apoyo económico por el término de 6 meses, equivalente a un sueldo mínimo, vital y móvil ($16.875). 

Johana Beron, trabaja en la Línea 148 del Ministerio de Ciudadanía, forma parte de la Comisión de género del Colegio de Profesionales de Trabajo Social, es integrante en Socorro Violeta y activista en Socorristas en Red de Villa Regina. Desde su perspectiva, el ‘Programa Acompañar’ es “interesante, y aporta un montón a la visibilización de la violencia económica como una de las tantas violencias machistas”.

En la mayoría de los casos, los varones violentos ejercen la violencia económica de maneras muy sutiles que se pueden visibilizar cuando la mujer decide finalizar el vínculo.

El programa debería, primeramente aumentar el monto que se ofrece y hacerlo más extenso en el tiempo. Resulta irrisorio pretender que con menos de  17 mil pesos, durante 6 meses,  las mujeres y el colectivo LGBTI+ logren poder realizar proyectos. Sin embargo, también es importante que no sea incompatible con otros aportes que se ofrecen, enfatizó la joven.

Otro de los puntos y para nada menor, es un acompañamiento integral y el acceso a dispositivos de fortalecimiento psicosocial para las personas incluidas en el programa.

Mariana de Souza Lopes, trabajadora social y militante social de Moreno, Buenos Aires; aseguró que  “la asistencia y el acompañamiento psicosocial, es dar en la tecla”.

Sin embargo, uno de los puntos a resolver tiene que ver con la disponibilidad del personal profesional y con las condiciones de trabajo que les ofrecen para ayudar a víctimas de violencia de género. 

Creo que lo más acertado, sería ver la manera de que las direcciones de géneros pasen a ser secretarias de manera que aumenten su presupuesto para poder tomar más profesionales y lograr conformar equipos de acompañamientos psicosociales que habiliten espacios colectivos de proyectos de vidas sin violencia. Por otro lado, es necesario, capacitar a trabajadores y trabajadoras con la Ley Micaela.