Tadeo se autopercibe como una persona trans-masculina. Abortó acompañado por La Revuelta en Socorristas en Red durante la pandemia por covid-19. Con la ley 27.610 de acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo vigente y de la mano de activistas, afrontó algunas dificultades que presenta la desinformación en el personal de salud.
“El aborto en personas trans sigue siendo un tema tabú”, cuenta Tadeo en una entrevista que le realizaron integrantes de La Revuelta luego de su aborto con pastillas. Fue en pandemia y con la ley 27.610 de Interrupción Voluntaria del Embarazo en vigencia. Aunque la norma establece el derecho al aborto a las personas gestantes, incluyendo a las personas trans, en la práctica el acceso se dificulta a la hora de realizar ciertos estudios, ecografías y trámites administrativos.
No es la primera vez que Tadeo atraviesa un embarazo. A sus 16 años – tenía 24 al momento de la entrevista- y sin haber comenzado su transición, tuvo un hijo. “En ese momento yo no tuve la posibilidad de decidir si quería tenerlo o no, solo apareció y lo tuve. Vive con su papá porque yo no puedo hacerme cargo de él, no quiero tampoco”, asegura.
Su proceso de transición comenzó a los 20, cuando estando con su pareja de entonces pudo poner en palabras que “no siempre” se sentía mujer. Empezó a explorar con la vestimenta, el corte de pelo, el nombre. “Mi expresión de género es muy femenina, sin embargo yo me autopercibo como una masculinidad entonces eso me tuvo confundido como un par de años, hasta que dije, bueno, puedo ser una masculinidad con una expresión de género femenina, pero dejé de catalogarme como varón trans porque no me sentía cómodo usando eso. Y pasé a ser solo una trans-masculinidad”, recuerda.
En mayo de 2021 con su pareja, un varón CIS -“aparte de trans soy puto, independientemente de la genitalidad, a mí me gustan las masculinidades”, aclara Tadeo-, atravesó un proceso de embarazo y aborto. “No quería volver a gestar, porque con el embarazo de mi nene la pasé re mal en el parto, y me traumó, y no soporto los malestares estomacales tampoco, entonces no quería gestar, no tenía que ver tanto el tema de mi identidad de género”, relata. Acompañado por su pareja, en plena cuarentena, se contactó por teléfono con la colectiva La Revuelta, para realizarse un aborto con pastillas.
Acudió al hospital Castro Rendón para recibir la medicación. “La asistente social todo el tiempo me trató en masculino, me dijo Tadeo que es mi nombre autopercibido y así figuraba en el papel, el grupo de ginecología que me atendió todos me trataron en masculino. La única situación fue ahí con la ecografía, que me anotaron con mi nombre anterior, porque no me podían hacer una ecografía transvaginal porque si figuraba como varón no se podía”, asegura. También por como estaban dispuesta la pantalla y la camilla tuvo que ver la ecografía, algo que se recomienda evitar cuando se trata de personas que deciden interrumpir un embarazo. “Fue terrible, yo porque ya estaba totalmente decidido y tengo mi identidad súper definida, pero si hubiera sido un pibito trans, joven que recién está explorando su identidad, u otra persona que no hubiera estado firme con la decisión del aborto al ver todo eso, hubiera sido re feo. Yo ya estaba totalmente decidido, yo ya parí, no voy a parir de vuelta”, recuerda Tadeo. También atravesó situaciones incómodas con personal de salud al realizarse estudios de laboratorio, por su identidad de género y su decisión de abortar.
“El tema de la burocracia, de los nombres en cosas, en los papeles, estaría bueno informar sobre cuestiones de identidad de género en los hospitales, porque había mucha gente desinformada”, afirma Tadeo sobre su experiencia y remarca que el aborto en personas trans es algo muy invisibilizado. “No conozco ninguna persona trans que haya abortado, capaz que conozco personas trans y no sé que abortaron, porque sigue siendo un tema bastante tabú”, sostiene.
Tadeo destaca el acompañamiento y la contención que recibió de parte de socorristas revueltas, tanto en la primera llamada como durante todo el proceso de aborto. Durante el año 2021, en SenRed se acompañó a abortar a 11 personas trans, 23 no binarias, 5 lesbianas y a 28 personas que se identificaron como sin género. Estos acompañamientos son parte de las apuestas políticas de SenRed, una de las tantas en las que confluyeron en la última plenaria: “nos mueve el deseo de hacer política desde y con los feminismos, política trans-identitaria, política interseccionalizada, política amorosa que no rehúya a discutir los términos en los que los abortos son imaginados. En este camino resolvimos incluir en nuestro nombre el carácter de transfeminista: Socorristas en Red (feministas y transfeministas que abortamos)”.
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