Después de dos años de pausa por la pandemia del Covid, del 8 al 10 de octubre, se desarrolló el 35° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries en San Luis. La vulneración de los derechos de los pueblos originarios atravesó el encuentro y fue uno de los motivos de la elección de la próxima sede: Bariloche (Río Negro).
“Tengo la imagen de cuando tirás una piedra al agua que está quieta ¿viste? Y se van haciendo circulitos que expanden el movimiento y lo agrandan y van tocando cada vez más lejos. Pasan los días y me sigue tocando fibras”, dice Julia Burton, socióloga e integrante de La Revuelta. Va a los Encuentros desde 2005 –aunque alguno se salteó, confiesa-. “Me la pasé llorando en la marcha, sobre todo por saber que no se perdió ese espacio. El aislamiento por la pandemia significó muchas veces quedarse adentro, sentir y ver que eso se recupera con potencia es maravilloso”, agrega.
Para Belén Grosso (docente y revuelta) también fue muy movilizante: “había muchas ganas de estar, de escuchar, de mirarnos y de participar. Fue gratificante y emotivo volver a encontrarnos después de dos años, y teniendo la ley de aborto.”. En este sentido, Julia agrega que “los Encuentros fueron muy importantes para que el aborto sea legal, los talleres de aborto fueron escenarios de disputa con los sectores conservadores y religiosos que participan organizadamente. Sin taller de Estrategias en los Encuentros no hay Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, que surgió del Encuentro en Rosario en 2003 y se refirma en el de Mendoza en 2004. En 2003 aparece el pañuelo verde porque Católicas por el Derecho a Decidir lleva pañuelos de ese color con la consigna despenalización del aborto”.
La Revuelta participó como todos los años del Encuentro. El número 35 fue el primero en llamarse plurinacional y en ampliar su nombre: no solo de mujeres, también de lesbianas, travestis, trans, bisexuales, intersexuales y no binaries. Porque el encuentro somos todes. “Amplía en pensar las, les, los sujetos del feminismo. Amplía la posibilidad de pensar la política y lo político. Sin romantizar porque hay tensiones, diferencias políticas y eso lo hace aún más interesante y tan único”, explica Julia.
Durante el acto de apertura se realizó una ceremonia ancestral que tiñó la atmósfera de círculos, silencio y respeto. “De todos modos lo plurinacional estuvo presente en todo el Encuentro, atravesado principalmente por el repudio a la represión en territorio mapuche por parte del gobierno nacional y la detención de las 7 mujeres. Hubo un repudio generalizado a la represión, a la militarización de territorios, a la extranjerización de la tierra, y al extractivismo”, remarca Julia. Belén coincide: “uno de los temas importantes fue el avasallamiento y la vulneración derechos de los pueblos originarios, la necesidad de visibilizar lo que está sucediendo en la Patagonia, en Río Negro y por eso se eligió Bariloche como próxima sede”.
“La política y el activismo también son deseo, celebración y fiesta”, aclara Julia y se refiere al festival por los 10 años de Socorristas en Red. Tuvo lugar en la plaza central del Encuentro y bailaron cerca de 20.000 personas al ritmo de Mía Salas, Sudor Marika y Chocolate Remix.
“Festejamos los 10 años de socorrismo, de acompañar abortos de manera autogestionada”, asegura Julia todavía emocionada, al revivir los encuentros dentro del Encuentro que un año más expande sentidos, construye y amplía el feminismo.
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