Un encuentro entre amigas: el Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias. Cinco amigas viajaron a San Luis con la colectiva feminista La Revuelta, marcharon con Socorristas, participaron de talleres, bailaron, se emocionaron, durmieron poco y afianzaron lo que hace algunos años vienen armando: una amistad política que las contiene y las hace felices.
Flor “Pipi” Alippi y Manu Martí Ventossa comparten un mate, bastante lavado, pero lo comparten igual. Hablan sin problemas, se ríen a carcajadas, se miran amorosamente, se emocionan al recordar momentos del Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias, al que fueron con tres amigas más. Ya habían compartido el Encuentro de La Plata, el último antes de la pandemia, pero fue el primero al que viajaron junto a La Revuelta. “Viajar con una organización te da un contexto, en el viaje, en la marcha, en las actividades, no es lo mismo marchar en el Encuentro, que es una marcha masiva, grande, con caras conocidas que sola al fondo. Todo es distinto. Y el feminismo es colectivo”, cuenta Pipi, mujer cis, feminista, mamá de 2 hijes y emprendedora. “Para mí era re importante viajar con La Revuelta, porque había abortado con La Revuelta, y era el primer encuentro con la ley”, agrega.
“Las Brujis” es el nombre del grupo que formaron hace unos 5 años para realizar una intervención artística en una marcha del 8M. “Y ahí surgió el grupo que es una especie de organización no partidaria. Otra manera de vivir las marchas, que era sin marchar”, recuerda Pipi. Otra manera de vivir las marchas, los encuentros, las vidas. “En este encuentro me salí de la cuestión intelectual, yo soy muy estructurada. Ya en el acto de apertura me llevé mucha información, ya iba muy sensibilizada por lo que estaba pasando en el Lago Mascardi, escuchar relatos sobre La Triple Frontera, las mujeres kurdas… y girar y que haya una amiga, con la que coincidís políticamente, no hacía falta decir”, cuenta Pipi sobre un pedacito de lo que significó viajar al Encuentro con amistades feministas.
Manu es psicóloga y participó de un taller de sobre salud mental y de uno sobre biodanza. “Hubo mucha diversidad de historias y realidades. Al ser plurinacional y con las disidencias se amplió mucho más la diversidad de lo que escuchás. También las cinco fuimos a un taller de biodanza. Habitamos el encuentro desde distintos lugares: desde la rosca política, la realidad, lo concreto, la no aplicación de las leyes de salud mental, la falta de políticas públicas, y también desde la conexión, los hilos que nos conectan más allá de la tierra, incorporar algo del agua, del fuego, del aire. Ser sensibles dentro de un espacio que a veces va por otro lado. Me encantó poder hacer esto y lo encontré con ellas. Estoy muy agradecida de haberlas conocido porque me permite generar una militancia, desde un lugar muy tierno y amoroso. Y en el encuentro se plasmó”, resume Manu.
El encuentro también tuvo fiesta y anécdotas: bailaron sin parar con Sudor Marika en la celebración por los 10 años de Socorristas en Red, y le presentaron las remeras de “Mata Bebé” (una resignificación del escrache antiderechos) a la diputada por el FIT, Romina del Pla. “Cuando se votó la ley nos hicimos unas remeras hermosas verdes que dicen ‘Mata Bebé’. Son un éxito y las llevamos al encuentro. En el acto de apertura, dos de las chicas la tenían puesta y nos damos cuenta que estábamos al lado de Romina del Pla, que le estaban haciendo una entrevista. Terminó su nota y le dijimos ‘hola mira’, no hizo falta decirle nada más. Ella fascinada. Intercambiamos anécdotas de Mata Bebe, y ahí dijimos ‘esto es el encuentro’”.
A la pregunta sobre si el feminismo les abrió el camino para politizar sus amistades, las dos responden distinto, aunque en lo profundo coinciden:
Manu: “El feminismo y sus redes lo han sido todo en este cambio para mi vida, es todo lo que necesita este mundo para ser más amoroso, el feminismo entre amigas es todo lo que está bien. Me ha cambiado los vínculos de familia, sexoafectivos, con las infancias y juventudes, con la vida. A mí me cambió la vida. Me siento bien con esas redes, me siento en casa”.
Flor: “Yo no lo romantizo tanto, es re doloroso que te caigan un par de fichas. Entiendo que cuando cuestionás estructuras tan arraigadas es doloroso y hay que ser valientes, y lo somos. Para mí, por ejemplo siempre fue muy importante la pareja, pero hoy pienso que me muero sin mis amigas, porque hoy son el amor de mi vida, más allá que nada es para siempre y aprendimos a deconstruir el amor romántico. Pero esas relaciones las siento como fundamentales”.
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