La Colectiva Feminista La Revuelta escribe libros, dicta talleres, da seminarios, hace acompañamientos, saca fotos, edita videos y ahora – suenan redoblantes – lanza: un juego. ¡Si! Un juego que se llama “Doble Revuelta”.

“Es un juego que nos acerca y ofrece feminismo”, asegura Belén Grosso integrante de La Revuelta. “Y del feminismo que elegimos transitar en nuestra vida” le suma Luz Fernández, otra integrante de La Revuelta. 

Ambas, cartas en mano, cuentan el proceso de creación del juego:   

Como no podía ser de otra manera, la idea surgió jugando. Un grupo de revueltas viajó a El Chocón. Una de ellas llevó el original del juego. Mientras unas barrían, otras cocinaban, otras se pusieron a jugar. Y de repente una dijo: “Estaría rebueno hacer uno con la ESI o con imágenes feministas”. Y automáticamente la lista de imágenes empezó a surgir: “pongamos un pañuelo” dijo una; “una bicicleta”, sumó otra.

Cada una se quedó pensando y al volver a Neuquén, empezaron a concretarlo. Primero definieron el listado de 57 objetos  – lo mínimo requerido para que funcione el juego – que tendrían las cartas, después encontraron una web que ayuda con el algoritmo del juego (se puede explorar acá), después buscaron las imágenes,  hicieron una prueba, ajustaron los objetos que no se entendían, cambiaron otros, buscaron cómo imprimirlas, compraron latas, pensaron el diseño, llamaron a amigues para testearlo, jugaron, intercambiaron, buscaron un local en Neuquén que imprima cartas con forma circular y después de un año y medio, lo lograron: lanzar “Doble Revuelta”.

Ambas miran felices la caja plateada que tienen delante de sus ojos. “No podemos pensar nuestros feminismos sin alegría”, dice Belén, “y los juegos traen eso: alegría, encuentro y creatividad. Además muchas de las revueltas somos maestras y profes y no podemos pensar la escuela sin los juegos. Es decir, parte de nuestra ética profesional y a la vez del feminismo que queremos hacer, tiene que ver con la alegría, con los deseos, con cosas que nos hagan conversar”.

Lo interesante de presentar un juego feminista es que habilita conversaciones, preguntas y charlas. Es decir, en medio del juego, convoca a frenar si alguien no entiende alguna imagen y conversar. “Nos da la posibilidad”, sigue Belén, “de charlar y divertirnos. Como nos gusta el feminismo: el que nos divierte y nos hace reír”.

Luz adhiere y suma a lo que dice Belén: “El juego te lleva a un lugar no tan lógico y no tan racional. Salen emociones, te lleva a un lugar distinto para conocerte con otras personas y es también una manera de aprender jugando. El juego permite aprender cosas de otra manera. O sea, no va a ser lo mismo aprender qué es una toallita o aprender la palabra gestograma jugando, que la primera vez que hagas una consulta ginecológica. Hay algo ahí que va a estar ligado a algo un poco más ameno y divertido”.

Una de las claves del juego es que hay un símbolo que se repite sí o sí en las cartas. Y, según el modo en que unx elija jugar, – hay tres maneras – identificar ese símbolo es importante.

Alerta de spoiler: En la caja plateada hermosa en la que vienen las cartas, hay instrucciones que explican cada modalidad de juego.

¿Qué objetos eligieron para construir Doble Revuelta?: “Son imágenes que hacen a nuestra vida feminista” dice Belén, y Luz le suma “y del feminismo que elegimos transitar también en nuestra vida”. En las cartas nos vamos a encontrar con:  una cajita de mifepristona, el Congreso de la Nación, la marea verde del 2018, unas zapatillas rosadas, un útero con ovarios, una mujer científica, el logo de “Ni una menos”, un abrazo, la bandera mapuche, una ducha, un ramito de lavanda, glitter, una bolsa de agua caliente, métodos anticonceptivos, gafas violetas, etc.

“Nos parecía también que era importante”, explica Belén, “incorporar algunas imágenes para que si una lo juega en la escuela nos ayuden a conversar sobre algunos temas”. Aprovecha y cuenta una anécdota: para testear el juego invitaron a Olivia, la integrante más joven de La Revuelta. Al jugar apareció,  entre las imágenes, un gestograma. “¿Qué es esta ruedita?”, preguntó Olivia. “Entonces”, cuenta Belén, “fue toda una conversación. ¿Qué es la ruedita? ¿Cuándo se usa? ¿Para qué es? Y ahí nos dimos cuenta”, confiesa, “que era importante agregar en el instructivo un glosario con los nombres de las imágenes”.

Belén y Luz antes de ponerse a jugar, dejan algunas recomendaciones: Primero no hay edad para el juego, todxs están invitadxs a divertirse. Segundo: mirar las imágenes que están en las cartas, ver y preguntar. Observar y conversar.

“Es un juego que nos va a acercar y ofrecer feminismo desde otro lugar”, analiza Belén, “tenemos nuestra casa que ofrece feminismo, tenemos libros que hacemos y pensamos con otras y otres, también tenemos muchos materiales y tenemos juegos como éste. Es re lindo que haya un feminismo que ofrezca un juego y jugar. El feminismo”, concluye, “también se juega”. 

Si querés adquirir “Doble Revuelta” escribí a colectivalarevuelta@gmail.com o llamá a 299-4722618