Milei habló de poner la tapa al ataúd del adversario. Comparó al estado con un pedófilo ante niños encadenados y bañados en vaselina. Bullrich pide que explote todo pronto y Milei quiere detonar el Banco Central. Y Macri aparece también en este momento electoral para terminar de concretar el saqueo en favor de sus amigos. Alguien que Milei considera un prócer dijo que la educación sexual es que les pasen los genitales en la cara a les niñes. La que sería canciller de Milei dice que matrimonio igualitario y tener piojos son lo mismo.

Milei niega el genocidio de la dictadura militar en los mismos términos que el criminal Massera, su candidata a vice quiere que vuelva el servicio militar obligatorio y una allegada suya propone apañar por ley a los varones que huyen de su obligación como progenitores.

Milei defiende la venta de órganos como un mercado más; está a favor de que cualquiera ande armado; niega que las mujeres ganen menos que los hombres por igual tarea; se proclama defensor de la libertad, pero en contra de que las mujeres decidan abortar y un legislador de su partido promete perseguir a quienes promueven abortos.

Su plan es que salud y educación sean un producto más de consumo: las tendrás si podés pagarlas. Y que la educación sexual sea potestad familiar.

Si esto dicen en campaña ¡qué no harán si son gobierno!

No todo es lo mismo. Esta no es una elección más, es una decisión histórica. Hay mucho que perder y poco para especular. El riesgo de que Milei llegue al gobierno no es si dolariza o no dolariza.

Decidimos proclamar que nuestro voto es para Sergio Massa porque sus oponentes (Milei, Macri, Bullrich y la casta militar) representan el horror de la dictadura, la misoginia y la homofobia sin atenuantes, el desprecio por los vulnerables, la violencia como método, el individualismo, la deshumanización de los vínculos, el exterminio del otro como propósito declarado. Son lo siniestro.

Votamos a Sergio Massa

Porque no pensamos rehuir al llamado de este momento dramático para nuestro país, porque queremos preservar los logros históricos de las luchas populares y las conquistas de derechos obtenidas con las mujeres y las disidencias en la calle y porque darle el voto a Unión por la Patria no nos hace perder criticidad ni afecta nuestra independencia.

Al contrario, nos compromete a redoblar la esperanza de que es posible un país mejor, a luchar y a trabajar para que así sea y a confiar en que las amenazas terribles que nos lanzan motosierra en mano no podrán debilitar nuestro pacto común con la ternura, la alegría, la paz y la belleza.