El fiscal de Delitos Juveniles, Germán Martín abordó el debate sobre la edad de punibilidad y aportó distintos ejes para pensar el tema desde una perspectiva de derechos humanos: la distinción entre inimputabilidad y punibilidad, la categoría adolescente, la crítica feminista al derecho penal, estadísticas y alternativas al punitivismo.
“¿Queremos tener fiscales, policías, armas, personas detenidas en las escuelas? Porque ese es el debate más profundo que se está dando, el ingreso del derecho penal en las secundarias”, con esta pregunta incisiva abrió su exposición Germán Martín en el conversatorio itinerante “La ESI nos mueve: buenas prácticas en escuelas secundarias de Neuquén” que se desarrolló el 24 de mayo en la ciudad de Neuquén. Se presentó no solo como fiscal sino como docente y activista por los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes.
“Si te pones los anteojos del delito penal vas a encontrar en las escuelas hurtos, robos, es probable que encuentres una situación abusiva de índole sexual, puede ser que encuentres lesiones, amenazas. Si uno entra a la institución educativa desde una mirada penal va a encontrar delito”, aseguró y remarcó que actualmente “hay mirada adultocéntrica penal, punitiva, de una situación que existe y que existió”.
El debate se reavivó porque el gobierno nacional presentó un proyecto en el Congreso de la Nación para que la edad de punibilidad en Argentina sea desde los 13 años. Martín destacó como importante no hablar de inimputabilidad y sí de punibilidad. “A la persona inimputable, se la relaciona inmediatamente con la salud mental, con que es una persona que no piensa, que no razona, que tiene alguna dificultad mental. Es muy grave decirle a un chico técnicamente inimputable”, destacó y agregó que vincula la idea del dedito como enfermedad que puede ser curada a través de situaciones de encierro y con una retórica médica.
En este punto Martín recordó que en Argentina a los 16 años se considera una persona penalmente responsable y a los 18 se la puede juzgar. “El estándar de Argentina es 16 años, y es un estándar alto, en Latinoamérica está entre 12 y 16 años, la mayoría es de 14 años. Un informe de UNICEF de este año revela que los países que tienen la edad más alta de punibilidad son los países que menos inseguridad tienen. Los países que tienen más baja edad de punibilidad son los países más inseguros. Por lo cual ya ahí se da de frente con la falacia de es por la seguridad pública”.
La exposición de Germán Martín se dio como parte del conversatorio “La ESI nos mueve” organizado por la colectiva feminista La Revuelta, docentes de escuelas secundarias y de la Universidad Nacional del Comahue, que tiene el objetivo de fortalecer la Educación Sexual Integral. “Las corrientes feministas han criticado el derecho penal, que es claramente androcéntrico, visibilizando que el modelo de este derecho penal es el varón, la legítima defensa es el varón. En mi libro (“Ni menores, ni jóvenes, ni conflictivos, ni locos”) planteo que la construcción del delito es además adultocéntrica porque la pena está pensada para adultos, por ejemplo”, indicó el fiscal.
Además, puntualizó en la necesidad de hablar de adolescencias y no de jóvenes, ya que ésta última es una definición muy amplia. Prefirió hablar de adolescentes como personas en desarrollo y en construcción de su identidad. También aseguró que es fundamental no convertir una transgresión en un transgresor. “No podemos esencializar a una persona con la conducta. Porque además, el delito en la adolescencia también puede ser un torpe pedido de auxilio, puede ser manifestaciones de otras necesidades. Entonces, si es todo eso, tiene todos esos riesgos, hay que ser muy cuidadoso con la faz violenta del Estado en esa situación. Obviamente hay que hacer, pero en ese contexto hay que tener muchísimo cuidado”.
En línea con la perspectiva feminista Martín remarcó que hay una clara marca de género en el delito adolescente: “El 95% de los delitos de adolescentes son cometidos por varones. Ahí se juega mucho un modelo de masculinidad. Y el delito es un atajo muy bueno para eso, para mostrarte varón hegemónico. Esos son estudios que nos trajo el feminismo, que nos ayudaron a darnos cuenta de eso”.
El rol del Estado y de la sociedad es clave para el fiscal en el abordaje de esta problemática: “Una sociedad que permanentemente incumple sus obligaciones contra niños, niñas y adolescencias -que están claras, no son genéricas, son obligaciones normativas, internacionales, locales- cuando el pibe se las manda, viene a reclamar”. Aclaró que sí es necesario accionar en cuanto al delito cometido por adolescentes: “sí tiene que responder por lo que hace, asumir la responsabilidad”.
Sobre las alternativas remarcó que “hablar de no a la baja de la edad de punibilidad no es decir que no haya abordaje. Lo penal es un ropaje que genera intervenciones públicas violentas. Puede haber múltiples abordajes menos invasivos, menos violentos, menos crueles, menos coactivos, menos encierro, menos estigmatizante. Esa etiqueta puede generar muchísimo más problemas de las soluciones que pretende traer”.
Recordó que Neuquén tiene una larga tradición en contra de la baja, principalmente con la aprobación en el año 1999 de la Ley 2302. De hecho, el pasado jueves 12 de junio la Legislatura aprobó una comunicación en la que rechaza el proyecto del gobierno nacional por considerarlo regresivo y porque no resuelve el problema de la inseguridad. Martín concluyó que “hay formas más humanas que reconocen más la complejidad del delito que el puro punitivismo violento del encierro físico digamos, porque es una situación de crueldad innecesaria”.
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