Cada 8 de marzo las consignas inundan las redes, las pancartas, los carteles, lxs cuerpxs. Las organizaciones debaten hacia dentro y hacia afuera cuáles son los reclamos más urgentes, más convocantes de cada año. ¿Pero a cada unx, qué nos mueve a marchar? ¿Desde lo personal –y político- qué injusticias, vivencias, encuentros, luchas, fuegos nos movilizan a la calle?

En las redes de La Revuelta hicimos estas preguntas y las respuestas confluyeron en la esencia misma del feminismo: lo personal es también lo colectivo. Hay quienes marchan porque fueron abusadas, golpeadas, violentadas, porque transitan procesos de sanación y en el encuentro con otras se encuentran a sí mismas. “Marcho porque necesito perdonarme. Sola no podría. Me mueve la ira. Y la ira es acción”, cuenta una de las mujeres en Facebook.

Esos fuegos, iras, gritos de libertad, se cruzarán en las calles con las demandas por la aplicación efectiva de las leyes para prevenir las violencias por motivos de género, por respeto por los derechos de las infancias, por maternidades libres y respetadas, por la autonomía de nuestrxs cuerpxs y territorios, por la aparición con vida de Tehuel, por caminar sin miedo, por la libertad de todxs lxs presxs políticxs, para terminar con la violencia laboral, por una reforma judicial feminista paar democratizar el poder judicial y sacarle sus enquistados privilegios, entre tantas otras luchas que se replicaron en los comentarios a los posteos.

“Tenemos que gritar que nosotrxs movemos el mundo y la deuda es con nosotrxs”, fue otra de las respuestas en Facebook. La inminente aprobación en el Congreso del acuerdo para pagar la deuda –ilegítima y fraudulenta- con el FMI y las directas consecuencias que tendrá en la vida de las mujeres y disidencias, hace que esta consigna encabece las marchas de todo el país. Los movimientos feministas, una vez más, llevan la delantera en visibilizar, en sacar del closet, en hacer pedagogía y en resistir el endeudamiento externo. Pagar esa deuda no solo implicará condicionamientos económicos para nuestro país, sino como explica Luci Cavallero: “la deuda externa es una guerra contra las autonomías, contra la posibilidad de vivir una vida libre de violencias. La deuda es un mecanismo de sujeción en las vidas privadas”.

Deseos individuales que se transforman en acciones colectivas y amorosas: 

🔥 “Porque unidxs nos fortalecemos!”

🔥 “Por mi”

🔥 “Porque estamos a(r)mando un mundo feminista”

🔥 “Para que el feminismo siga creciendo”

Por todas, por todxs, por las que no están, por las que vendrán. Nos encontramos en las calles! 👉 Martes 8/03 18 horas, en el monumento a San Martín. 

Ver: Documento colectivo 8M