Messi sacándole una foto a Antonella besando la copa. Scaloni llorando desconsolado tras consagrarse campeón. El Dibu contando que va a terapia. Demostraciones de amor en redes sociales entre los jugadores. Messi escuchando atento y emocionado las palabras de agradecimiento de la periodista Sofía Martínez. Cuántas imágenes que impactan en las construcciones de sentido, de vínculos más amorosos, de nuevas masculinidades y de un fútbol que sí.
Por Melina Fit
La alegría mundialista desborda, llega a rincones lejanos, traspasa fronteras, dura días. La selección de fútbol masculina ganó la Copa del Mundo que se disputó en Qatar. Desborda porque cada vez somos más quienes nos sentimos representadxs en el llanto, en el festejo, en la emoción, en la familia dentro y fuera de la cancha, en la periodista que espera en la “zona mixta”, en la primera mujer relatando un partido de fútbol en un Mundial.
“Son años de lucha para que periodistas mujeres lleguen a relatar, a comentar partidos y también a arbitrar. Son generaciones de haber estado en todo el mundo cosificadas, paradas al lado del hombre como un adorno, pasándola mal en algún medio de comunicación. Llegamos de la mano de los feminismos, de la presencia muy activa del movimiento de mujeres en la calle en Argentina. Desde 2015 para acá todo empezó a revisarse con esa lupa, muchas que venían hace tanto tiempo trabajando en estas condiciones, llegaron al lugar que tenían que llegar y abrieron la puerta para las periodistas más jóvenes. Ahora hay que sostener esta conquista”, analiza Mónica Santino, jugadora de fútbol y directora técnica de fútbol femenino. Trabaja en el Club La Nuestra de la Villa 31, Buenos Aires.
Durante este Mundial de fútbol fue importante la presencia de mujeres periodistas cubriendo los partidos y conferencias de prensa. Una de las intervenciones virales fue el mensaje de Sofía Martinez a Messi después de ganar la semifinal. Además, en una transmisión histórica, Televisión Pública y DeporTV ofreció la primera cobertura de un partido mundialista efectuada por mujeres: Suiza vs. Camerún relatado por Lola del Carril, con comentarios de Ángela Lerena, ambas argentinas. En tanto, la francesa Stéphanie Frappart se convirtió en la primera mujer en arbitrar un partido masculino de la Copa del Mundo durante el encuentro Alemania- Costa Rica.
Mónica asegura que aún falta mucho camino por recorrer: “hay quienes siguen creyendo que el fútbol es cosa de hombres y que las mujeres opinan pavadas, muchas compañeras han sufrido ataques en redes sociales y esto tiene secuelas, muchas han dejado de opinar, hay una violencia enorme. Pero también hay buenas señales”.
Las señales que dio esta selección de varones fueron buenas también: Messi saludando con una sonrisa a cada nene que le levanta la mano en el ingreso a la cancha, declarando después de perder el primer partido “Que la gente confíe no los vamos a dejar tirados”, la visita de las familias después de los partidos importantes, De Paul contando que Ottamendi lo tapa de noche antes de dormir, y la lista sigue. “Hay una nueva masculinidad que se manifiesta en esta selección. Las nuevas generaciones vienen con la cabeza y el corazón más abiertos. Antes en un futbol más arcaico mucho más machista y patriarcal -que todavía persiste- los jugadores hubieran sido tildado de ´maricones´, hay que decirlo”, afirma Mónica y remarca la humanidad, la amorosidad y la ternura tanto del grupo como del equipo técnico. Entre las señales resalta el “verlos familiarmente abrazados, esa necesidad de abrazo de grupo familiar que por suerte el equipo técnico habilitó en muy buen gesto. Tanto después de perder con Arabia Saudita como los partidos que siguieron y se ganó, se abrió las puertas a la familia. Eso significa mucho para un jugador que está tantos días concentrado con el objetivo del mundial”.
Ganar la Copa del Mundo, con este contexto y de esta manera tiene un fuerte impacto en el resto de las selecciones. “Impacta en el amor por la camiseta argentina, motiva para adelante, dan ganas de romperte el alma entrenando ser cada vez mejor futbolista”, dice Mónica y recuerda un hecho de 2019: “hubo algo muy lindo que pasó antes del mundial de fútbol femenino en Francia y es que las selecciones femenina y masculina almorzaron juntas, en el predio de AFA. Hay una especie de línea, de conexión entre Estefania Banini y Messi, Flor Bonsegundo y De Paul, Vanina Correa y el Dibu. Ojalá que esos encuentros se sigan dando, nos necesitamos mutuamente sobre todo cuando representamos al país”.
Mientras la caravana con la selección recorre Buenos Aires con calles colmadas y emocionadas Mónica cuenta que vive este triunfo con intensidad y alegría profunda: “La alegría popular que representa el fútbol es inmensa, y nos quedamos con el mensaje de no bajar los brazos nunca, por más que digan lo que digan”.
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