Entre el 21 y el 24 de junio se celebra el Wiñoy Xipantv (año nuevo mapuche). Es el momento de mayor distancia entre el sol y el hemisferio sur de la Tierra. Es un nuevo comienzo, un cambio de ciclo, inicio de la siembra y fin de la cosecha, tiempo de renovación. El lof Puel Pvjv realizó su celebración el lunes 19, entre les asistentes estuvieron tres docentes de la escuela 350 de Añelo. Las tres transitan un proceso de conexión con su identidad mapuche y buscan desarrollar propuestas interculturales en la escuela para visibilizar las culturas preexistentes.
“Reconocer las raíces mapuche y volver a la cultura ha sido un proceso necesario, un camino que me llevó a conectar con la memoria de mis abuelas/os desde un lugar amoroso y de reconocimiento de una identidad silenciada. Reivindicar su historia y conocimientos como mujeres campesinas y mapuche, es una forma de conectar con la fuerza de la tierra”, dice María Florencia Lezcano, una de las docentes de la escuela 350 que participó del Wiñoy Xipantv en el lof Puel Pvjv. “Me gusta usar el nombre María, me llamaron así por mi abuela materna”, aclara, como símbolo de las raíces que busca recuperar.
Cada vez son más las personas que -con distintos recorridos y realidades- han ido reconociendo la cultura mapuche como propia. “Hoy nos encontramos en proceso de reafirmación de la identidad, con la ayuda de las/os lamgen que saben más, como las/os kimeltufe, quienes nos van acompañando y enseñando. Es un proceso personal y colectivo que no se puede transitar en soledad”, asegura María Florencia.
Bibiana Parra también es docente en Añelo. “Mi identidad es mapuche, pero mi abuela fue de la generación que fue silenciada por discriminación o persecución, por lo que hay muchas cosas que desconozco. Desde un tiempo me comenzó a inquietar saber sobre mi identidad, de donde vengo, mis raíces. Es en este camino que decidí ahondar más en mis raíces y ser parte de esta experiencia de celebración de un nuevo ciclo”, cuenta sobre su historia.
En algunas familias la cosmovisión mapuche estaba presente pero puertas adentro, como en la de Gloria Ríos (compañera de María Florencia y Bibiana). “Mi conexión con la identidad mapuche surge desde muy chica, si bien toda mi familia ha mantenido las tradiciones y costumbres pero lo han realizado en secreto, y ahora ya no es tanto. Tengo mucha familia que se ha conectado de nuevo con su identidad y así estamos haciendo todos un proceso”, explica.
Para las tres participar del Wiñoy Xipantv significó no solo fortalecer sus identidades mapuche, su conexión con la cultura, sino también profundizar proyectos colectivos vinculados a la interculturalidad en las aulas.
“Trabajamos con niñeces diversas en un territorio que es mapuche, en el que hoy confluyen familias que migran buscando trabajo, sufriendo el desarraigo de sus territorios y culturas. Por eso somos insistentes con la importancia de las propuestas interculturales, para dejar de invisibilizar las culturas preexistentes, y poner en valor los conocimientos de las comunidades, porque se trata de los derechos de las niñeces”, explica María Florencia, sobre la realidad de la escuela 350 de Añelo, pero que puede trasladarse a distintos establecimientos educativos de la provincia, de la Patagonia, del país.
Bibiana agrega que “el Wiñoy Xipantu se trabaja en nuestra escuela como una fecha importante del calendario escolar, en varias ocasiones se ha invitado a mañas, lamien de las comunidades de Añelo para que sean ellas quienes les expliquen a les ñiñes acerca de esta celebración tan importante para nuestra nación mapuche. Lamentablemente no en todas las escuelas se reconoce la identidad de les niñes”.
Para Gloria, como para muches, lo personal y colectivo confluyen: “Yo personalmente estoy tratando de capacitarme cada vez más. La sensación que nos deja el Wiñoy es una especie de renovación y de reflexión con todo lo espiritual y no solo en lo personal, sino también en la naturaleza”.
La interculturalidad en las escuelas depende actualmente del compromiso de les docentes, del territorio, de las comunidades que asisten y conforman el espacio educativo. María Florencia cuestiona la falta, por ejemplo, de cargos de docentes de idioma y cultura mapuche en todas las escuelas y niveles, con las mismas condiciones laborales y derechos de la docencia en general. “Para garantizar la transversalidad de la interculturalidad, el CPE tendría que generar capacitaciones en todo el sistema educativo, ya que no alcanza con la simple mención en el boletín (DUCO) o en el diseño curricular”, remarca.
El ciclo se renueva con estas inquietudes, demandas, propuestas, identidades en continuo movimiento. Momento de siembra, de semillas e ideas, hacia un nuevo año, nuevas vidas, nuevos tiempos.
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