UNIVERSIDAD NACIONAL DEL COMAHUE FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN SECRETARÍA DE EXTENSIÓN
Denominación del Proyecto:
Por una educación pública antidiscriminatoria – no androcéntrica – no sexista – no heterosexista
Directora: Mg. Graciela Beatriz Alonso Co-Directora: Prof. Gabriela Herczeg Diciembre 2006
DIAGNÓSTICO DE LA SITUACIÓN:
Este proyecto se desarrollará en un contexto espacial y temporal configurado por graves problemáticas sociales, económicas y culturales que hacen que las instituciones educativas se encuentren en medio de situaciones difíciles y desafiantes. Los problemas económicos por los que atraviesa gran parte de la comunidad de las escuelas públicas se agravan, configurando un escenario que María Teresa Sirvent, caracterizó como de múltiples pobrezas. A su vez, el avance de sectores conservadores en materia de decisión y ejercicio de una ciudadanía sexual plena potencian situaciones de discriminación y exclusión tanto material como simbólica.
Contrariamente a lo que se considera en forma habitual, la sexualidad no es sólo un tema privado. Consideramos que cuando los cuerpos y las sexualidades son objeto de políticas (y de disputas entre diferentes campos: religiosos, científicos, jurídicos, etc.), se convierten en tema público, que exige participación y debates donde se privilegie a quienes han sido tradicionalmente excluidos/as por un orden social patriarcal, sexista, heteronormativo, racista y clasista.
A su vez, la pedagogía que recorre la formación y la práctica docente, está estructurada fuertemente en un “deber ser” construido desde hace más de dos siglos desde posiciones hegemónicas que nos ubican como sujetos y sujetas abstractas y descorporizadas, con mente y sin cuerpo, con razón y sin emoción.
En cuanto a las y los docentes, se encuentran en lo económico en una situación de precarización salarial. Además, constantemente tienen que responder a situaciones difíciles, conflictivas, que estas problemáticas les presentan, en un contexto de soledad laboral, escasa formación específica y falta de espacios de reflexión, debate y construcción colectiva.
En cuanto a los movimientos sexo genéricos de la región, sobre todo aquellos conformados por personas travestis, se encuentran en una profunda situación de discriminación y carencia de alternativas educativas y laborales.
Las organizaciones barriales, centros de salud, etc., carecen de materiales educativos que les permitan abordar estas temáticas desde una perspectiva crítica a las situaciones de discriminación y opresión.
Identificación de los problemas o necesidades más relevantes que presentan
Existe una concepción cultural y educativa que está en la base de los problemas que este proyecto pretende trabajar. Nos referimos a que la perspectiva desde la cual se interpretan los cuerpos aparece anclada básicamente en una división “natural” y dicotómica entre cuerpos de varones y de mujeres invisibilizando otros cuerpos (transexuales, travestidos/as, etc.). En esa división, que asume carácter de esencial y originaria, los cuerpos aparecen siendo transhistóricos. Es decir, no se los ve como productos culturales, históricos, con marcas étnicas, nacionales, de clase. Las marcas de poder parecen no ser parte de su configuración.
La sociedad ha producido una clasificación de los cuerpos y entre ellos están los cuerpos legitimados, aquellos que “importan” porque son justamente los que cumplen con la norma, es decir, pueden diferenciarse claramente. En tanto los cuerpos y sexualidades que se apartan de esta norma serán clasificados como anormales y hasta peligrosos. Esta clasificación se ha basado en parámetros y modelos producidos desde un saber biológico hegemónico, sexista y patriarcal.
Por el contrario, un enfoque superador será aquel que evidencie la diversidad de las relaciones entre cuerpos y sexualidades, aportando la idea de que no sólo existen dos cuerpos, dos géneros y una forma del deseo “normales”: por el sexo –o el cuerpo- opuesto. Esto permite visibilizar lo que aconteció y acontece en los cuerpos de lesbianas, gays, bisexuales, travestis, transexuales, intersexuales y también de quienes deciden vivir en “soledad” su sexualidad. Son estos cuerpos los que marcan las fronteras a las jerarquías sexuales que se impusieron desde el siglo XIX y disputan con ellas.
Los desafíos que la presencia de estudiantes y docentes con “identidades transgresoras” y miradas problematizadoras de la heterosexualidad hegemónica les presentan a las instituciones educativas que, bajo su configuración moderna, no han podido dar cabida a las diferencias y a las disidencias, requieren dar algunas respuestas desde los dos ejes que presenta este proyecto: – materiales en distintos formatos que, desde perspectivas reflexivas y críticas, permitan abordar pedagógicamente cuestiones relacionadas con situaciones de discriminación producidas por pertenencias genéricas y sexuales. – acompañamiento/asesoramiento en la puesta en práctica de proyectos o actividades vinculadas con cuestiones de androcentrismo, géneros y sexualidades en las instituciones educativas.
Otros aspectos considerados importantes
Muchas docentes -sensibles a situaciones de discriminación, mal trato, opresión, a las que cotidianamente están expuestas las niñas, los varones y las mujeres que no responden a los estereotipos hegemónicos, las jóvenes/adolescentes que optan por visibilizarse como travestis, gays o lesbianas-, encuentran mucha soledad institucional y falta de formación para trabajar por una escuela y una educación pública no excluyente, no sexista, no androcéntrica, no heterosexista. Las situaciones antes descriptas son también vividas por docentes lesbianas y bisexuales, tal como documentamos en un proyecto de investigación recientemente finalizado.[1]
Un relevamiento que se está realizando con la comunidad travesti, da cuenta que la gran mayoría de las travestis que dicen haberse reconocido en dicha identidad antes de los trece años no completó la escolarización primaria. De las que sí pudieron concluirla, sólo un 20% terminó estudios secundarios, tras repetir y reiniciar una y otra vez los años lectivos en distintas instituciones. Teniendo en cuenta que la mayoría ha sufrido algún tipo de violencia, la escuela ocupa el tercer puesto en la lista de lugares en los cuales ellas han recibido agresiones. En el transcurso de la experiencia escolar, han enfrentado todos los mecanismos de discriminación: la escuela ha acallado este colectivo; la escuela ha hablado de él de un modo en el que no se reconoce; y la escuela, una vez que lo ha descubierto “diferente”, lo ha excluido. Aún así, en sus testimonios persiste el deseo de finalizar los estudios, a la vez que el temor a ser nuevamente rechazadas por las instituciones educativas, siendo ésta la primera de las causas que las llevan a no retomarlos.[2]
Identificación y descripción de la situación o problema objeto del proyecto:
El grupo que tomará a cargo la ejecución de este proyecto está compuesto por docentes que, si bien tienen pertenencia a la universidad, también forman parte del sistema educativo de la provincia de Neuquén en distintos niveles de enseñanza, y de la organización “Colectiva Feminista La Revuelta”. Varias de sus integrantes tienen una vasta experiencia en la realización de cursos, jornadas y talleres con docentes en relación a la temática del proyecto. Cuatro de ellas han aprobado el cursado de la Especialización en Estudios de las Mujeres y de Género dependiente la Fac. de Humanidades de la UNCo. Estas instancias, más la realización de una encuesta en la jornada de capacitación “Sexualidad(es), placer y ciudadanía en la educación pública” realizada en agosto de este año, muestran un reclamo permanente por parte de las/os docentes participantes (alrededor de 200), que involucra materiales para trabajar en las escuelas, formación continúa y seria respecto de estas problemáticas, y acompañamiento en el desarrollo de iniciativas individuales o institucionales.
Pronóstico
De no mediar intervenciones en el sentido propuesto, la educación y las instituciones educativas, lejos de formar para una ciudadanía plena, que profundice la precaria democracia que tenemos, seguirán siendo instituciones que respondan a las hegemonías patriarcales y androcéntricas enquistadas en las esferas públicas y privadas. Está claro que todo esto no cambiará con este proyecto de extensión, pero la universidad tiene un compromiso en esa dirección y los diferentes trabajos que hacemos (de cátedra, de investigación y de extensión) apuntan hacia ese horizonte ayudando a abonar un imaginario social que subvertiría las formas de pensar y actuar normalizadas[3].
Cómo surgió la idea del proyecto
La idea del proyecto surge ante las constantes consultas individuales de docentes que – como grupo con pertenencia académica y al activismo público – recibimos en forma prácticamente diaria, generalmente ante situaciones puntuales que dicen no saber como abordar.
Por otra parte, algunas docentes consideran importante llevar adelante proyectos con estas temáticas, pero encuentran muchas trabas institucionales.
Asimismo, las encuestas realizadas en las jornadas antes mencionadas, consultaban acerca de: dificultades para abordar el tema; logros obtenidos, en caso de haber abordado estas temáticas; cuestiones que harían falta para trabajarlas; perspectivas desde donde habría que tratar estas cuestiones; temas que tendrían que incluirse. En este sentido, una gran mayoría de encuestadas y encuestados plantean demandas que son objeto del presente proyecto de extensión.
FUNDAMENTACIÓN:
Como grupo feminista con un profundo compromiso con la educación pública y la defensa de los derechos humanos de quienes padecen situaciones de discriminación y opresión por género y sexualidad (muchas veces intersectadas por situaciones económicas, generacionales, étnicas, de nacionalidad), encaramos este proyecto como un desafío para continuar instalando estas problemáticas en las escuelas de la provincia, con el fin de revitalizar el carácter público de estas instituciones a fin de que todas – todos – todxs podamos tener acceso al capital cultural y ser críticas/os de sus hegemonías.
En cuestiones de géneros y sexualidades la hegemonía patriarcal heterosexista guía la selección de contenidos, tanto de las editoriales como de las que se hacen a nivel áulico. Los espacios escolares, los rituales cotidianos, los lenguajes que circulan, solamente dan entidad de sujetas/os a quienes no se apartan de las normas laboriosamente construidas por los discursos religiosos, médicos, pedagógicos, mediáticos.
Dos problemáticas centrales ameritan la intervención: la ampliación del concepto de ciudadanía en la cultura y la pedagogía y la disminución del sufrimiento subjetivo y colectivo producido por situaciones de discriminación cotidianas.
Estamos en tiempos donde los dobles discursos son moneda corriente: por ejemplo, se aprueba una ley de educación para la sexualidad pero a la vez no se le pone ningún freno a la entrada de fundamentalismos religiosos a las escuelas públicas. Esto implica que necesitamos intervenir en la implementación de esa ley desde los lugares que hemos construido los grupos que desde hace muchos años batallamos por el acceso a la escuela pública de una sexualidad desde la perspectiva de las relaciones de género.
La educación pública, para repensar sus miradas, sus relaciones con los poderes hegemónicos, necesita volverse hacia los movimientos sociales y entre ellos, hacia los movimientos que se organizan desde su pertenencia a géneros y sexualidades transgresoras; hacia perspectivas de grupos que ponen en el centro de su crítica la particular articulación que el capitalismo y el patriarcado asumen en nuestra época.
Por otra parte, consideramos que la universidad no puede alejarse de las luchas teóricas y políticas en contra de distintas formas de opresión. Por el contrario, necesita intervenir para favorecer otras articulaciones entre quienes son disidentes / diferentes pero se igualan en el reclamo por una sociedad más justa. Y esto no puede quedar en una mera declaración de principios.
La provincia de Neuquén es un territorio que, por sus huellas históricas y su conformación particular, se manifiesta como un contexto movilizado, pero esa característica no llega a abarcar las problemáticas por las que atraviesan quienes deciden vivir sus cuerpos, géneros y sexualidades de maneras no reglamentadas por el hetero patriarcado. Es en el ámbito de la cultura y de la escuela donde pretendemos hacer nuestro aporte con este proyecto.
MARCO TEÓRICO:
Las identidades de género y sexuales –como todas las identidades sociales- se construyen a lo largo de la vida de las/os sujetas/os a partir de discursos educativos, religiosos, políticos, médicos, psicológicos, culturales. Desde hace aproximadamente veinte años, las investigaciones educativas en nuestro país, muestran que la educación y las instituciones educativas están comprometidas con la transmisión de modelos hegemónicos de ser varón y de ser mujer. En esta producción y reproducción de discursos y prácticas, se enhebran tramas de saberes y mandatos sobre los cuerpos y las sexualidades que contribuyen a formar sujetos de género y también de preferencia sexual: se enseña y se aprende a ser varón, a ser mujer, a ser heterosexual y no ser homosexual. Acerca de la heterosexualidad y la homosexualidad en la pedagogía escolar se ha investigado poco en el país.
Los referentes teóricos (y políticos) desde los cuales abordamos la investigación y este proyecto de extensión se encuentran en el campo del feminismo y teorías pos críticas en educación, sobre todo en las vertientes que incorporan las críticas al heterosexismo y a una noción de género adherida al cuerpo visto como transparente y natural. Estos marcos habilitan discursos desde los cuales teóricas lesbianas, teóricos gay, perspectivas queer, revisiones del feminismo, perspectivas intersex, la “nueva política del género” (como enuncia Butler en un reciente trabajo), nos aportan categorías desde donde mirar lo social, lo cultural, lo económico, lo pedagógico, lo político. También se constituyen en referentes los planteos críticos al capitalismo – en sus distintas reconversiones – como forma de producción y distribución económica que genera profundas desigualdades y exclusiones.
Por otra parte, y desde nuestra pertenencia a la docencia, consideramos que los diferentes movimientos socio-sexuales desestabilizan muchos de los aprendizajes sobre los que se construyeron instituciones y técnicas que regulan las jerarquías sexuales de los cuerpos, lo que Teresa De Lauretis (1989) llamó “tecnologías de género”. Desde estas tecnologías hemos aprendido a mirar, a vivir y a practicar nuestros deseos sexuales bajo sospechas represivas. Sin embargo, el accionar sostenido de estos movimientos hace emerger otros sentidos, que incitan a un des-aprendizaje al final del cual el mundo aparece abierto y presto a ser leído y vivido de otra manera, con nuevas preocupaciones intelectuales, y que generan otras bases teóricas que sacuden el sistema sexo genérico hegemónico.
Esto requiere un trabajo en varios sentidos. Por ejemplo, repensar –entre otras cosas- un binarismo pedagógico clásico: el que refiere a la dicotomía conocimiento / ignorancia. En relación al sostenimiento del discurso heteronormativo, todo un régimen de saberes, de conocimientos, todo un régimen de ignorancias se produce en estos discursos. La ignorancia –como hemos retomado de Sedgwick, Britzman, Guacira Lopes Louro- no es neutra, no es un estado original de falta de conocimiento, sino un efecto de conocimiento. Es decir, la ignorancia es producida por un modo de conocer. Muchos sectores de la sociedad y muchas teorías, aún críticas que, con referencia a estos temas, alimentan no una pasión por el conocimiento, sino una verdadera pasión por la ignorancia. En este sentido, hay una pregunta que se convierte en relevante: “¿y si leemos a la ignorancia acerca de la homosexualidad no sólo como un efecto de no conocer homosexuales o como otro ejemplo de homofobia, sino como ignorancia sobre cómo se construye la heterosexualidad?” (Britzman, 1996 en Lopes Louro, G. 2001:17)
Cuando hablamos de movimientos sexo genéricos[4], nos referimos a los heterogéneos grupos que se incluyen en el denominado movimiento LGTTTBI, grupos gays, de lesbianas, de travestis, de transgéneros, transexuales, bisexuales, intersexuales, queer, feministas. Al hablar de los movimientos socio-sexuales, nos referenciamos en las tesis que definen el papel destacado de los movimientos sociales como creadores de nuevos marcos de interpretación y redefinición de la realidad. Siguiendo exposiciones de Ana de Miguel Álvarez (2003), quien toma las definiciones de Laraña, los movimientos revelan una forma de acción colectiva que apela a la solidaridad para proponer cambios sociales, su existencia es en sí misma una manera de percibir la realidad, en tanto vuelve controvertido un aspecto de ésta que antes era aceptado como normativo y sugiere una ruptura de los límites del sistema de normas y relaciones sociales existentes, gestando nuevas legitimaciones en la sociedad.
Realizaremos también algunas breves consideraciones sobre el tema de las identidades, dado que algunas versiones o perspectivas teóricas plantean lo referido a identidades sexuales y de género sin dar cuenta de la imbricación entre identidades, diferencias y desigualdades.
Mucho es lo que se ha escrito y se escribe acerca del carácter relacional, precario, inestable de las identidades pero, sin embargo, es difícil que su sola mención no remita a algún lugar de fijeza y regulación. Si bien, obviamente, esto está más acentuado en las líneas esencialistas que en las constructivistas, estas últimas también parten de ciertos orígenes sobre los cuales luego las identidades se construyen[5]. Esto no se resuelve apelando esquemáticamente al concepto de diferencia, porque si no se desmantelan – como sostiene Rapisardi (2003) – las tradiciones políticas en que están envueltas ambas perspectivas, estaríamos operando bajo la lógica del reemplazo o sustitución: lo que antes era identidad ahora es diferencia. Estas perspectivas tradicionales tienden a separar los reclamos por reconocimiento de aquellos vinculados a la distribución o, lo que es lo mismo, lo cultural de lo económico o lo simbólico de lo material. El desafío es cómo articular respuestas en ambos planos dado que, por ejemplo, la homofobia, lesbofobia, travestofobia social, tiene tanto consecuencias a nivel del reconocimiento de estas formas de vida como de injusticias económicas materializadas en devaluadas posibilidades laborales, políticas sociales, de salud, educación, etc.
Estos grupos están planteando una disputa en términos de ciudadanía, tratando de ampliar las fronteras y el propio significado del término. Siguiendo a la filósofa Diana Maffía , de lo que se trata es de
“Derechos humanos universales para ser ejercidos por personas singulares, [y esto] requiere respuestas muy diversas. Una sociedad disciplinadora que sólo acepta como ciudadan@s a quienes cumplen con el estereotipo prefijado por el grupo hegemónico dominante, deja fuera de la ciudadanía de modo arbitrario e injusto a enormes porciones de la población. Históricamente, ese estereotipo de ciudadano ha sido el varón-blanco-propietario. Las instituciones patriarcales están diseñadas en torno a este ideal, y así la ciencia, el derecho, la política y la religión dogmática lo realimentan. (Maffía D., 2003 :8)
Desde perspectivas críticas se sostiene que necesitamos nuevos lenguajes con que construir, reafirmar, debatir y confrontar. Se requieren lenguajes alternativos que muestren las diferentes formas de opresión, discriminación, sobre todo en su cotidiana presencia silenciosa, tanto en nuestras prácticas, como en las instituciones en las que nos movemos. En cuanto al tema que analizamos, lo que hoy se constituye en un campo de lucha es el discurso escolar, que conforma las propuestas curriculares, sustenta las reformas educativas, organiza el día a día de las aulas. Discurso que no es neutro, que está comprometido con diversos intereses y que, al construir la realidad, desempeña un papel político y pedagógico central en la formación del sujeto-género, del cuerpo-sujeto y de la sexualidad.
El proyecto contempla dos ejes de acción:
Objetivo General:
Contribuir a instalar en la educación pública y en la sociedad de la ciudad de Neuquén la necesidad de abordar colectiva y pedagógicamente problemáticas referidas a las heterogéneas y solapadas discriminaciones por pertenencias a géneros y sexualidades transgresoras, a fin de generar prácticas escolares e institucionales no sexistas, no androcéntricas, antidiscriminatorias, antihomo/lesbo/travestofóbicas.
Objetivos Específicos:
Actividades
METODOLOGÍA
El tipo de proyecto que presentamos requiere de un trabajo en equipo y participativo en todas las instancias. La elaboración de materiales educativos responderá a las necesidades que se han relevado en las distintas experiencias mencionadas y las que vivenciamos en la práctica cotidiana quienes formamos parte del grupo ejecutor del proyecto. Algunos de los materiales previstos, como por ejemplo los videos, requerirán de la participación de docentes, estudiantes y grupos sociales destinatarios del proyecto.
El asesoramiento / acompañamiento en las instituciones, que contempla la elaboración y puesta en marcha de las actividades que se realizarán con estudiantes y/o con otras/os docentes se hará mediante un trabajo en equipo con docentes responsables / interesadas-os de cada institución participante.
Bibliografía de referencia
BRITZMAN D. (1995) ¿Qué es esa cosa llamada amor?En: Taboo: The Journal of Culture and Education Volumen I, primavera 1995. Traducción interna Prof. Gabriela Gerczeg.
BRITZMAN D. (2002) La Pedagogía Transgresora y sus extrañas técnicas. En MÉRIDA JIMENEZ Rafael (2002) Sexualidades Transgresora. Una Antología de Estudios Queer. Editorial Icaria, Barcelona.
FRASER, Nancy (1991). La Lucha por las necesidades. Esboza de una teoría crítica socialistas – feministas de la cultura política del capitalismo tardío. En Debate Feminista, año 2, vol.3, marzo 1991. México. Traducción Marta Lamas.
FRASER, Nancy (1997). Institia Interrupta. Reflexiones críticas desde la posición “postsocialista”. Siglo del Hombre Editores. Universidad de los Andes, Colombia.
LOPES LOURO Guacira (2001) (Org.) O corpo educado. Pedagogias da sexualidade. Autentica Editoria. Belo Horizonte, Brasil.
LOPES LOURO Guacira (2001). La construcción escolar de las diferencias sexuales y de género. En GENTILI Pablo (coord.) Códigos para la Ciudadanía. Santillana, Buenos Aires.
LOPES LOURO Guacira (2001). Teoría queer: Una política pos identitaria para la educación. En Cuadernos de Pedagogía Crítica Rosario N° 9. Rosario, Argentina.
MAFFÍA, Diana (comp.) (2003). Sexualidades migrantes. Género y transgénero. Feminaria editora. Buenos Aires.
MIGUEL ÁLVAREZ A. (2003) El movimiento feminista y la construcción de marcos de interpretación: el caso de la violencia contra las mujeres. En Revista Internacional de Sociología -RIS-, nº 35, Mayo 2003, pp. 127-150) Universidad de A Coruña MOUFFE, Chantal. (1996). Identidad y política. En Revista Debate Feminista. Año 7, vol. 14. México.
El derecho a las identidades de géneros y orientación sexual en el debate sobre la educación sexual. Ponencia presentada en el Coloquio Interdisciplinario Educación, sexualidades y relaciones de género. Investigaciones y experiencias. Filosofía y Letras, UBA.
Regulaciones políticas: Identidad, diferencia y desigualdad. Una crítica al debate contemporáneo. En MAFFÍA, Diana (comp.) (2003). Sexualidades migrantes. Género y transgénero. Feminaria editora. Buenos Aires.
ROSTAGNOL, S. (2003). Posibilidades y limitaciones del activismo sociosexual en el contexto uruguayo. En Fernández J., D’Uva M. y Viturro, P. (comp.) (2004) Cuerpos ineludibles. Un diálogo a partir de las sexualidades en América Latina. Buenos Aires, Ediciones Ají de Pollo.
SEDGWICK E. (2000) Epistemología del closet. En Grafías del Eros. Historia, género e identidades sexuales. Edelp. Buenos Aires, 2000. Traducción Aída Susana Tapia.
Notas
[1] Proyecto de investigación FCE: “Cuerpos que hablan. Representaciones acerca de los cuerpos y las sexualidades en mujeres docentes heterosexuales y lesbianas”. 2002/2005. Directora: Graciela B. Alonso
[2] Según datos aparecido en el libro “La gesta del nombre propio. Informe sobre la comunidad travesti en la Argentina.” Compilado por Lohana Berkins y Josefina Fernández (2006). Ediciones Madres de Plaza de Mayo. Buenos Aires.
[3] El concepto de normalización, como “principio de acción” viene a llamar nuestra atención sobre el hecho de que tenemos unas relaciones sociales muy diferentes con personas diferentes, mediatizadas por muchos obstáculos, que pueden ser actitudes, prejuicios, etc. que hacen que nos comportemos, de ambos lados, de modo extraño.
[4] Como sostiene Teresa de Lauretis, el sistema de género es un sistema de significados o símbolos que correlaciona el sexo con los contenidos culturales de acuerdo con valores sociales y jerarquías, y está ntimamente ligado con factores políticos y económicos. Afirma: “Si las representaciones de género son posiciones sociales que conllevan diferentes significados, entonces, para alguien ser representado y representarse como varón o mujer implica asumir la totalidad de los efectos de esos significados (…) La construcción del género es tanto el producto como el proceso de su representación” (1989:11).
[5]Las perspectivas Queer aportan argumentos críticos contundentes con relación al tema de las identidades y a las políticas localizadas exclusivamente en un lugar de fijeza de las mismas.
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