Con un aula llena, en la Universidad Nacional del Comahue, un sábado fresco de otoño patagónico, se habla de Educación Sexual Integral, de las disputas actuales, de los desafíos, de las transformaciones y también de las esperanzas.

Por Melina Fit

El conversatorio itinerante “La ESI nos mueve: buenas prácticas en escuelas secundarias de Neuquén” es una propuesta de la colectiva feminista La Revuelta con docentes de escuelas secundarias y de la UNCo. Este sábado 24 de mayo se desarrolla en Neuquén Capital, después de haber tenido sede en Chos Malal y San Martín de los Andes.

“Estamos juntes pensando la ESI. En un momento de constante agresión y socavamiento de los derechos creemos importante poner de relevancia lo que hacemos en las escuelas, las prácticas que llevamos adelante les docentes en torno a la Educación Sexual Integral. Proponemos un espacio para interactuar, dialogar y conversar”, asegura para abrir el encuentro Luciana Machado, como parte de la comisión organizadora.

Entre mates, cuadernos, lápices y lapiceras comienza el conversatorio, con un auditorio dispuesto a la escucha. Ruth Zurbriggen toma la palabra, y hace un poco de genealogía para presentarse: “La Revuelta es una colectiva feminista que surgió en 2001, cuando ser feminista era mal visto (…) soy docente jubilada del IFD N°12”. Sigue con la proyección de expresiones difundidas en los medios de comunicación que hablan de “ideología de género”, de identidades que son “construcciones subjetivas”, y las engloba en los ataques a la ESI que vienen desarrollando las derechas en el poder en el último tiempo. En contraposición muestra noticias de situaciones de abuso develadas gracias a la ESI. De fondo están pegadas una serie de tarjetas con frases que hablan de muchas otras cosas que se aprenden con la educación sexual integral.

Ruth trae a la conversación conceptos de Rita Segato, de Graciela Morgade, de Sara Ahmed para explicar que estamos ante “una restauración patriarcal” que busca enfrentar a los feminismos, de la mano de un modelo neoliberal que apunta a la soledad como modo de vida. En este punto afirma que el patriarcado es un sistema político primigenio, necesario para el capitalismo, en el que exige a los varones una constante titulación de la masculinidad. En este contexto, retoma la importancia de pensar el trabajo docente como un trabajo político y reafirma que toda educación es sexual, “pero no toda educación sexual es integral, para que sea integral tiene que ser transversal”.

“La ESI es una aguafiestas ¿Aguafiestas de qué? De los sexismos, de los racismos, de todo lo que desmantelamos en la vida desde los feminismos. Ahmed dice que los feminismos hablan el lenguaje de los problemas y la ESI también habla de los problemas. La ESI tiene una dimensión productiva y disruptiva de los órdenes jerárquicos. Es una política de los cuidados”, sostiene Ruth.

Hacia el final comparte otra definición de Ahmed: “los feminismos son una reacción sensible a los problemas del mundo”, para abordar una mirada esperanzadora del futuro: “toca persistir e insistir y de eso sabemos los feminismos. Armar gestos de ternura revolucionara con la ESI, mostrar que hay otros modos de vida comunitaria. Y prometer otras posibilidades, una esperanza que nos remolca en los tiempos difíciles. Pienso en las Madres, en las Abuelas de Plaza de Mayo, en los nietos y nietas recuperadas, son mi amuleto de esperanza. Ellas nos ayudaron a armar genealogías de resistencia”.

Un aplauso conmovido cierra la exposición de Ruth y da lugar a la de Beatriz Greco, profesora e investigadora de la UBA, quien estuvo presente en las sedes anteriores de manera virtual y en esta oportunidad pudo participar presencialmente. Beatriz retoma la idea de esperanza para comenzar a hablar: “estar en la universidad pública en una sala llena de colegas habla de esta posibilidad de esperanzar. El trabajo en las escuelas es un trabajo esperanzador”.

Luego afirma que “la ESI transforma instituciones, no es solo un agregado de contenidos, demanda un trabajo colectivo” y asegura que la escuela “es un tiempo de suspensión, que detiene a la lógica mercantilista de todo se compra y todo se vende”. Sobre este punto comparte que “la escuela es una trama cotidiana, en un contexto donde la crueldad que en términos de Segato cosifica todo y la vida misma se vuelve objeto. La trama institucional es algo que está vivo, la hacemos en el aula, en los pasillos, en los recreos, en los entres de la institución”.

Como aporte para pensar las prácticas educativas, Beatriz propone el concepto de autoridad pedagógica que no se basa en la idea de mandar y obedecer sino en la de ser autor/a y hacer crecer.  “Les docentes somos autores/as y hacemos crecer, no somos dueños/as, no creamos seres humanos, hacemos crecer aquello que nace, que es frágil. Ahí están las políticas de cuidado que la ESI trae, una manera de acompañar, no adultocéntrica pero si responsable”, y cierra con una invitación que también es una herramienta: “la ESI es amorosidad, es proponer otra manera de estar en el mundo».

El conversatorio sigue con la presentación del fiscal de la unidad de Delitos Juveniles, Germán Martín, sobre los debates en la edad de punibilidad, con un tiempo para el almuerzo, con talleres y juegos. Seguirá en las escuelas cuando vuelvan les docentes a las aulas, en la escucha, en la posibilidad de construir autoridad pedagógica, en las acciones y en los movimientos por más ESI.