Ruth Zurbriggen Colectiva Feminista La Revuelta
El jueves 13 de mayo el Tribunal Superior de Justicia de Río Negro respondió a la apelación presentada por los abogados Oscar Pandolfi y Gustavo Palmieri, defensores del profesor y ginecólogo Carlos Anzaldo. Confirmó el fallo que dictara la Cámara Criminal Segunda de Cipolletti en el año 2007.
En dicho fallo puede leerse: “1º) Condenar a Carlos Alberto Anzaldo, de condiciones personales ya referenciadas, a la pena de Diez años de prisión, con más la de inhabilitación especial para ejercer la profesión de médico y docente por igual término, accesorias legales y costas, por encontrarlo autor material y penalmente responsable del delito de Abuso sexual con acceso carnal en forma continuada, agravado por ser encargado de la educación de la víctima (arts. 20 bis, 3er. párrafo, 20 ter, 45, 119, 3er. párrafo y 4to. Párrafo ap. b). 2º) Ordenar la prisión preventiva de Carlos Alberto Anzaldo de condiciones personales ya mencionadas, oficiando a tal fin a la Policía Provincial a efectos que proceda a su inmediata detención”.
Vemos con satisfacción esta decisión del TSJ. Esta sentencia judicial tuvo y tiene efectos concretos sobre las vidas del victimario y de Jorgelina, una valiente joven sobreviviente de violencia que se atrevió a exigir justicia. Pero también –y en sentido amplio- tiene efectos sobre la sociedad en su conjunto; en tanto mensajes sociales las sentencias judiciales pueden ser leídas por otras mujeres y niñas/os víctimas de estos aberrantes delitos como alentadores en la búsqueda de justicia; y pueden ser leídos como advertencias por los agresores.
Otro aspecto fundamental a considerar, desde nuestras reflexiones feministas, es que las denuncias de Jorgelina crearon y siguen creando núcleos de buen sentido para otras mujeres que atraviesan estas situaciones. Así quedó plasmado en el relato de otra joven de Cinco Saltos, cuando luego de haber sido violada nos dijera “Yo sabía por Jorgelina que no tenía que bañarme antes de hacer la denuncia”.
También con Jorgelina, con su familia, con las demás mujeres que denunciaron y con las redes que acompañamos la exigencia de justicia, trajimos al debate social y político que un profesor y un ginecólogo también puede ser un violador.
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Nani, Hilda, Teresa Grupo de Apoyo a Víctimas de Abusos y Violaciones de Cinco Saltos
El jueves 13/05, en Viedma, a las 20hs. (horario inusual para este tipo de actos), el Superior Tribunal de Justicia se expidió respecto a la apelación presentada por los abogados del VIOLADOR CARLOS ANZALDO… después de más de dos años del juicio. El juez Balladini leyó la sentencia que por un lado desestima el pedido de estos abogados y, por el otro, CONFIRMA EL FALLO de la Cámara 2° en lo criminal de la ciudad de Cipolletti: 10 años de cárcel por abuso sexual agravado. Anzaldo seguirá preso y le esperan dos causas más de mismo tenor, Allí estaba Jorgelina y junto a ella, el Grupo de Apoyo de Cinco Saltos.
Esta sentencia del TSJ representa un triunfo de la lucha contra la violencia de género y es un quiebre, una ruptura, en una larga tradición de fallos sexistas. Pero fundamentalmente, la confirmación de la cárcel para el violador Anzaldo, es producto de la lucidez, el coraje y la valentía de una jovencita que dijo “basta” y se animó a denunciar. Fue su actitud coherente y decidida, la que orientó el camino de lucha. Tuvo que soportar el penoso proceso que deben soportar las víctimas de violaciones porque si una violación es un hecho grave, horrendo, violento y salvaje; denunciarla se convierte, para la víctima, en una nueva agonía, un calvario indescriptible. Los insultos, las sospechas, la desconfianza, sumado a las contínuas re victimizaciones del sistema, fueron para Jorgelina algunas de las muchas humillaciones que tuvo que soportar y que enfrentó con un coraje admirable que sirvió para fortalecerla y le permitió continuar con su demanda de justicia.
Con la misma actitud digna y firme, estuvo el jueves frente al TSJ y sus lágrimas al escuchar el dictamen del máximo tribunal fueron el corolario de un largo camino que la puso como víctima, que vivió y sufrió como tal, y que esperamos pueda transformar a través de un proyecto de vida superador.
Las mujeres del Grupo de Apoyo aprendimos un montón a su lado y en la lucha y demanda por Justicia. Hoy queremos agradecer a todos y todas las que estuvieron acompañándonos y de quienes también aprendimos. Gracias a Las Revueltas, Newén Koñi, AVIVI, las mujeres de Convergencia Socialista y de otras agrupaciones de mujeres; a nuestras queridas Madres de Plaza de Mayo y los grupos de Derechos Humanos, a Ofelia Villar, al «Cone» Uriarte, a Verónica Royer y las compañeras del Centro de Atención a la Víctima de Fiske Menuco, a Susana González.
A la fortaleza de Nora y Antonio, los papás de Jorgelina. A Jorgelina, Flor, Norma, Magalí, Natalia… UN ABRAZO MILITANTE a todas/os; este triunfo nos renueva el compromiso y la lucha contra la violencia de género y los derechos de las mujeres. BASTA DE ABUSOS Y VIOLACIONES! CÁRCEL COMÚN PARA TODOS LOS VIOLADORES Y ABUSADORES!
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