Abril 2011
Horacio Daniel Piombo, Benjamín Ramón Sal Llargués y Francisco Ávalos
Horacio Daniel Piombo y Benjamín Ramón Sal Llargués - jueces de la Sala 1ª de
Casación de La Plata Bs. As.-
En un reciente dictamen, favorecieron a Francisco Ávalos, quien resultara autor
penalmente responsable de cuatro abusos sexuales cometidos contra 4 niñas (con
acceso carnal agravado por ser pastor evangélico). Lo absolvieron por el delito de
corrupción de menores, concediéndole la baja de la pena.
Actualizando pactos de la hegemonía patriarcal, juzgaron y culparon a quienes debían proteger vulnerando una serie de garantías y derechos. Escriben en el recurso: “Lo hecho por el encartado, tener relaciones con mujeres que viven en comunidades en las que el nivel social acepta relaciones a edades muy bajas; que, además, poseían experiencia sexual –incluso en yacer con otros hombres- y respecto de las cuales también operó el ejemplo brindado por otros sujetos para convencerlas de tener sexo natural con el objeto de estar en condiciones de concebir un hijo, no lo veo como algo moralmente edificante pero tampoco como un quehacer aberrante, repulsivo, que hiera la integridad sexual o que constituya, como se ha dicho, “la pompa de la deshonestidad”, marcando –claro está- al concepto de honestidad con el variable contenido actual”.
A la justicia sexista, le respondemos con escraches feministas
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