La soldado también abortóSocorristas en Red - Relatos de feministas que abortamos
Por Lau, socorrista abortera
La socorrida tiene 24 años, está embarazada y quiere abortar. Es soldado, trabaja en un cuartel en alguna ciudad de este país, quiere ingresar a la gendarmería y ahora está haciendo un curso de paracaidismo. Al momento de encontrarse con las socorristas estaba de 17 semanas.
Nos juntamos dos socorristas con la socorrida, cuando están de más de 12 semanas es mejor acompañar en duplas para tomar más recaudos. Hicimos todo de acuerdo a nuestro protocolo, nos encontramos cara a cara, conversamos sobre lo que significa abortar a las 17 semanas, le dimos las recomendaciones necesarias y armamos el show que debería hacer cuando rompa bolsa, que sí o sí tiene que ir al hospital, que no puede estar sola mientras usa las pastillas, etc., etc., como si el instinto de cuidar a esa soldado se apropiara y se encarnara en nosotras cuando se trata de arrebatarle al patriarcado el cuerpo de las mujeres.
Comenzó esa misma noche, tomó todas las dosis, sólo tuvo diarrea, un poco de fiebre, escalofríos, dolores abdominales y nada más. No rompió bolsa ni despidió el saco gestacional, ni nada de todo lo que se suponía tenía que pasarle, se comunicó todo el tiempo con las socorristas, estaba sola, no quería contarle a nadie, dice que una amiga y un amigo sabían, pero en el cuartel nadie sabía.
A los dos días le hicieron un test de embarazo por el curso de paracaidismo, al otro día la llamó su jefa y le dijo:
-Estás embarazada, no podés seguir haciendo el curso, tenés que cuidarte.
Su jefe también la llamó y le dio un sermón, las socorristas le preguntamos:
-Pero ¿qué te dijo?
-No sé, yo solo le puse la cara, nos contestó.
A las 72 hs de haber usado por primera vez el miso, nos encontramos las tres otra vez, fuimos a hacernos una ecografía, le dijimos al ecografista que solo queríamos saber si estaba todo bien, que no queríamos escuchar latidos ni nada. Efectivamente estaba todo bien. Salimos de ahí y nos fuimos a una esquina a conversar.
La soldado socorrida dijo que quería volver a intentar. Así fue, intentó y esta segunda vez abortamos.
Digo que fuimos a hacernos una ecografía y digo que abortamos porque a veces las socorristas terminamos tan involucradas en los abortos, que es como si nos estuvieran pasando a nosotras mismas, como si ese aborto que le corresponde a otra, que está en el cuerpo de otra estuviera encarnado en nuestro propio cuerpo.
Es muy difícil explicar con palabras, intento escribir porque necesito decir algo de este aborto, decir algo de una de mis compañeras que cuando escribí el mail contando que teníamos esta situación se comunicó y me dijo:
-Ok, yo puedo acompañar también.
Decir algo de mi novia que aunque ella dice que no hace acompañamientos, yo digo que sí los hace porque está tan atenta al teléfono como yo, decir que seguramente sería más fácil pelearnos en la marcha del Encuentro Nacional de Mujeres con esta socorrida que es parte de las fuerzas policiales de este país y que cada año cuida la catedral de la provincia donde se hace el encuentro y que nosotras vamos y les gritamos y lxs pintamos y lxs escupimos la cara…
Pareciera que en este momento todo eso quedó de lado, nosotras seguimos cagándonos en este sistema machista asqueroso misógino moralista y patriarcal, la socorrida soldado abortó y seguramente nosotras les gritaremos en el próximo encuentro nacional de mujeres:
-USTEDES TAMBIÉN ABORTAN Y UN DÍA VAN A LLAMARNOS POR TELÉFONO Y NOSOTRAS LAS VAMOS A ACOMPAÑAR.
Este relato forma parte de la sección “Socorristas en red- Relatos de feministas que abortamos”, un emprendimiento conjunto de Comunicación para la Igualdad y Socorristas en Red para poner en palabras las prácticas del acompañamiento del aborto y el aborto mismo. Dicen las socorristas: “Elegimos escribir, elegimos compartir esas escrituras a modo de gesto político, para hacer que las palabras sigan diciendo algo, para seguir aportando pensamientos y acciones que nos hagan más inteligibles y visibles las prácticas de abortar, para saber más y mejor acerca de cuál es la ley que instalan las mujeres cuando abortan… para insistir e insistir…”
Publicado en Comunicar Igualdad.
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