“La rapidita”
Osvaldo Buscaya – (Psicoanalítico) Femeninologia – Lo femenino es el camino femeninologia@yahoo.com.ar
“La rapidita”. Así le dicen a la menor filmada por tres hombres a los que les practicaba sexo oral, evidencia el tono y las argumentaciones en la posición fálica de dominio sobre la menor como mero objeto graficando la situación de sumisión sexual, para satisfacer a los varones, practicándoles sexo oral a ellos.
El patriarcado nos reafirma que es irreductible en su impunidad, donde el abuso “transita” los periodos que reproducen los ciclos correspondientes desde la “rebelión” de la horda al presente. Las inscripciones de esos periodos serían determinativas con una metodología educativa – social donde conviven, simultáneamente, más de una generación.
¿Cómo sería posible no percibir, que la minoridad de hoy está expuesta y dependiente de la metodología educativa – – social que arrastra las marcas de su propio proceso sexual infantil?
¿Cómo sería posible no percibir, que la minoridad de hoy está expuesta y dependiente a su propia sexualidad, que elaborará, inevitablemente, los modos y pretensiones de la “peculiaridad” perversa; que sí carece de sublimación desembocará en un desajuste social calificado de perverso en el adulto?
¿Cómo sería posible no percibir, que la minoridad de hoy está expuesta y dependiente a su propia sexualidad que le causa plena satisfacción si cae en manos de un mayor perverso?
¿Cómo sería posible no percibir, que la minoridad de hoy está expuesta y dependiente a su propia sexualidad, que debería ser respetada absolutamente?
¿Cómo sería posible no percibir, que el infante de hoy está expuesto y dependiente a su propia sexualidad, que debería satisfacerla con su objeto sexual insuperable? porque todo lo que es y hacemos es ese camino en que nos lleva la libido, donde lo sexual cubre lo que hacemos y lo que somos tratando de suplir a nuestro amor ideal imposible en lo real. La madre. En ese camino donde la maravilla de la sublimación nos permitiría inventar la ética, la moral podemos amar, tener afectos, ser solidarios y cuando las primaveras democráticas nos lo permiten bregar para el bienestar de la comunidad, especialmente, a la que pertenecemos.
¿Cómo sería posible no percibir, que es sencillo excitar y seducir la sexualidad de un infante en el tránsito de los periodos que reproducen los ciclos correspondientes desde la “rebelión” de la horda al presente o acaso la metodología educativa – social persistiría en la “creencia” de la pureza infantil tan afín a ciertos dogmas?
¿Cómo sería posible no percibir, que es sencillo excitar y seducir la sexualidad de un infante en el tránsito de esos periodos, donde el mayor perverso produce un irreversible daño al enfrentarse la victima inevitablemente con la dureza implacable de su Súper Yo?
El abuso o atentado sobre la víctima, pasa por un número de eslabones intermedios inconscientes, que sería la causa de un proceso patológico. Es el “manejo” sinuoso del perverso; educador, profesor, familiar, amigos, etc.: La irresoluble perversión no sublimada y ambigüedad sexual del varón que posee la decisión final en éste esquema, donde lo masculino sigue siendo la ley.
Buenos Aires - Argentina – 17 de mayo de 2010
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