No nos olvidamos: Este día se hizo para protestar

Las mujeres generamos resistencias en nuestra cotidianeidad; como feministas nos resistimos a aceptar un “Día de la Mujer” banalizado bajo flores y bombones. Cada 8 de marzo volvemos a vociferar que nada nos han regalado y que nada les debemos. Salimos a las calles para seguir exigiendo todo lo que aún nos deben porque hemos llegado a divisar primero, y a pisar después, la piel y el sabor de ciertas libertades.

Este 8 de marzo nos encontró a las trabajadoras de la educación de varias provincias del país, en particular, a las de Neuquén y Río Negro, en huelga contra los gobiernos neoliberales que no dudan en descargar las crisis de grandes capitalistas sobre los sectores más empobrecidos de la sociedad. La educación pública es blanco de ataque desde hace décadas.

Acercamos estas páginas para traer a la memoria y a la reflexión aspectos negados de la situación de las mujeres y de nuestras luchas en el relato androcéntrico y patriarcal de la historia. Relato que nos impide construir genealogías en las que referenciarnos.

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