“Mi intención siempre es visibilizar, no para revictimizar sino para resignificar”

El próximo 10 de septiembre se estrena “Gotas de Lluvia”, el film que cuenta la vida de Abril, la hija de Ivana Rosales. Desarma su pasado, marcado por un progenitor violento, y exhibe su presente de militancia y reparaciones colectivas y heredadas. La película estará disponible en la plataforma argentina cine.play.ar durante dos meses.

El documental dirigido por Susana Nieri, reconstruye los abusos que sufrió Abril cuando era niña, junto a su hermana Mayka, por los que Mario Garoglio (su progenitor)  fue condenado a cuatro años de prisión. Ivana Rosales falleció el 6 de septiembre de 2017. La autopsia indicó que tuvo una muerte súbita. Padecía epilepsia. Tenía 41 años y estaba embarazada. “Ella se lo buscó”, otra producción de Nieri, es la película que retrata las violencias que sufrió Ivana en manos de Garoglio.

-Sin dudas las temáticas que abordas en tus producciones están directamente relacionadas con luchas feministas y justicia. Como directora, ¿cuál es el mensaje que querés dejar en quienes miren tus films?

Como cineasta, desde mi ópera prima “El toro por las astas”, me interesan estas temáticas que visibilizan las distintas formas de violencias que nos atraviesan a nosotras las mujeres por el solo hecho de ser mujeres . Con el primer film, abordé todo lo que tiene que ver con los derechos sexuales y reproductivos, y el acceso al aborto y los embarazos no deseados.“Ella se lo buscó” es un caso emblemático de Ivana Rosales que relata el intento de femicidio. Con “Gotas de lluvia” el foco se pone en la hija de Ivana, Abril, en cómo percibió las violencias que sufrieron su hermana, su madre y ella también. El mensaje es que hay que transformar ese dolor que nos atraviesa, en militancia, en activismo, en más feminismos en poder ayudar a otras mujeres también para que vean y sepan que no están solas y que nos pasa a todas. Porque como dice Rita Segato: “El patriarcado es el aire que respiramos las mujeres y las diversidades”.

Mi intención con las películas siempre es visibilizar, poner luz sobre estas temáticas que son tan dolorosas, pero no para revictimizar sino para resignificar.

-¿Cómo te atraviesan las violencias de género (en todos sus niveles)? Teniendo en cuenta la relación directa con las mujeres que sufrieron graves violencias.

Como nos atraviesan a todas, en la cotidianeidad con los micromachismos. Yo creo que ante las distintas formas de violencias hay que desarrollar más feminismos, hay que generar un cambio cultural más profundo, que empieza por una misma. Empezar a darnos cuenta y observarnos en estas opresiones e inequidades históricas porque no hay nada como el conocimiento, el saberse oprimidas, lo que nos permite romper nuestras propias cadenas. Cuando una puede reconocer que está siendo atravesada por alguna de estas violencias es el primer paso para abrir la puerta y salir de ella. 

Por otro lado, acudir a las redes, las grupas, las manadas para no estar solas porque las violencias de género son una violencia expresiva. Tienen que ver con nuestros cuerpos, con nuestras subjetividades. Entonces me parece que juntas tratamos de visibilizar y denunciar que hay un sistema machista heteropatriarcal, heteronormativo, misógino; y que hay parte de sociedad que da vuelta la cara ante nuestros reclamos.

-¿Cómo fue grabar con Abril, la joven que sobrevivió a su propia historia familiar?

La historia de este documental, es bastante larga. Después de todo el gran trabajo que hicimos, nosotras con Ivana siempre quedamos en contacto. A finales del 2016, la contacté porque quería filmar un nuevo documental que abordara el abuso sexual en la infancia. Le pregunté si podía interceder por mí con Abril para tener su testimonio. Abril dijo que sí y empezamos a escribir juntas.

Después de la muerte de su mamá, el 6 de septiembre de 2017, Abril decidió continuar con la producción porque estaba segura que iba a ayudar a otras mujeres.

Filmar con Abril fue muy fuerte, porque eso implicó volver a la casa de Ivana, volver al barrio. Hay muchas citas en la película de “Ella se lo buscó”. Por otro lado, la joven tiene el poder de resiliencia que tenía Ivana y la idea del documental fue resignificar toda su historia. Por un lado las violencias y situaciones que tanto ella, como su hermana y su mamá tuvieron que vivir. Por el otro, buscamos contar su presente, una joven que pudo salir de ese lugar de víctima, que pudo reconstruirse y transformar el dolor en lucha.

La verdad es que fue impactante y muy emotivo.

-¿Qué políticas públicas crees que son necesarias sumar para erradicar (de una vez) la violencia de género?

Creo que la decisión de esta nueva gestión, de crear el Ministerio de Mujeres, Géneros y la Diversidad, me parece que no solo es simbólico sino que hay una decisión firme de avanzar en esto.

En el mientras tanto, creo mucho en la prevención, en el cambio cultural profundo porque no se soluciona con un botón antipánico. Hay que trabajar mucho en la concientización de las personas, en acompañar a desarrollar esta inclusión de poder mirar el mundo desde otra perspectiva. 

Una herramienta muy concreta es la Ley Micaela, que está muy  bien, pero me parece que hay que ir más allá e instalar en las currículas de la formación -por lo menos en la universitaria- la perspectiva de género de una manera transversal.

También me parece que hay que avanzar en la ley 26.485 (Ley de Protección Integral Para Prevenir, Sancionar, Erradicar la Violencia Contra las Mujeres en los Ambitos en que se Desarrollen sus Relaciones Interpersonales), en la aplicación de algunas medidas al respecto; por ejemplo la violencia mediática. Después la concientización y la prevención. La aplicación efectiva de la ESI cambia la perspectiva de la mirada.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *