“Efecto destape: crónicas de abuso sexual”

Magdalena Vitale Morillo y Dolores Ferré, son dos amigas que hicieron de su trabajo de tesis un libro por y para el feminismo. “Efecto Destape: crónicas de abuso sexual” es el escrito que “Librería Sudestada” ya tiene a la venta y que articula la demanda de un movimiento que crece en Argentina bajo la denuncia pública de las violencias que sufrimos las mujeres. La autora del prólogo es Thelma Fardín, su historia y exposición pública fueron los disparadores para este aporte teórico.

Pensar en abuso sexual supone reconocer las construcciones de sentido que ubican a los cuerpos feminizados como objetos, posibles de ser agredidos e invadidos, y también reconocer las que nos han alentando a naturalizar la sumisión. Es decir, implica cuestionar toda opresión y dominio pero también nuestras prácticas, esas que estamos reconstruyendo, como lo son el silencio, la culpa, el pudor o, incluso, el miedo a nuestra propia potencialidad.

Sobre este tema, que a algunes les incomoda hablar, escribieron las jóvenes  Magdalena Vitale Morillo (24) y Dolores Ferré (24) recién recibidas en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata. “Comunicar es empezar a prevenir”, afirman.

“Efecto Destape: crónicas de abuso sexual” contiene el relato de cinco mujeres víctimas de violencia machista. “Todas nos sorprendieron, cada historia tiene su particularidad, y todas nos agradecieron por esta oportunidad de contar su historia”, expresaron. La idea surgió tras la repercusión que tuvo la denuncia pública de Thelma Fardín, apoyada por el colectivo de Actrices Argentinas, que hizo eco en la historia de muchas mujeres. 

Thlema Fardín escribe en el prólogo: “Nos enseñaron a callarnos, pero después nos preguntan: ¿Por qué callaron tanto tiempo? Porque se activa un mecanismo de defensa; la disociación, para poder seguir viviendo”. Referencia la responsabilidad que se le adjudica a la mujer en contextos de violencia sexista.

“El libro es como nuestra intención de acompañar un momento que sucedía y sucede; y al mismo tiempo aportar a esa disputa de sentido y construcciones sociales sobre el abuso sexual”, confió Magdalena.

La imagen del colectivo de Actrices Argentinas respaldando la denuncia de Fardín fue motivo de charla en la mayoría de las casas. “Fue como la punta del iceberg. Que se televise a gran escala un hecho de violencia de género, movilizó e interpeló a la sociedad”, agregó la joven.

De la violencia por motivos de género hay que seguir hablando a gran escala, seguir construyendo narraciones, inventarios, archivos vitales para las reparaciones. El “escrache” se convirtió en la herramienta no convencional para visibilizar lo que los medios de comunicación no muestran y lo que la justicia no condena. A la justicia machista, escrache feminista puede leerse en los grafitis callejeros. 

“En las construcciones de sentido de los medios de comunicación sigue habiendo mucha responsabilidad sobre la mujer  y se habla poco de la culpa del varón”, criticó Dolores sobre la mediatización de los casos de violencia.

Magadalena es neuquina y, actualmente, vive en La Plata; es comunicadora social con orientación en periodismo y hace poco meses comenzó a estudiar música. Dolores es de Quilmes y allí vive. Su plan de vida se ve afectado por la pandemia, pero espera que todo pase para emprender viaje por el mundo (sin fecha de retorno). Ambas aseguran retomar el periodismo desde otra perspectiva y en otro momento de sus vidas.

Atravesadas por sus historias personales y por las de miles de mujeres, crearon este material escrito que “anhela ser un pequeño testimonio de la lucha de las feministas, que soñamos, y de a poco lo vamos logrando, con intervenir y mejorar la sociedad”.

Que el efecto destape siga rodando y reparando, porque vivas y libres nos queremos. 

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