Locas por tanto…

 

Locas para nuestras madres y locas por LAS MADRES.

Locas por la política y por lo político.

Locas por lo doméstico de la política.

Locas por las presencias y sus existencias.

Locas por las pedagogías de la escucha (siempre difíciles).

Locas por irreverentes y por malvadas. Por decir lo que pensamos.

Locas por las rutas y los viajes. Por las vacaciones para proyectar.

Locas sin fronteras. Locas por las reuniones largas y por las cortas también. 

Locas por los feminismos. Locas por la red que nos salva.

Locas por la determinación de vivir las vidas activistas.

Locas por gozar y por desear. Y locas por pensar.

Locas por soñar y por cuidar. Y locas por acompañar.

Locas por las memorias. Locas por al pie de la teta.

Locas por los cuerpos senti-pensantes.

Locas por actuar y locas por ambicionar.

Locas por luchar y locas por arriesgar.

Locas en plural. Locas por no ceder y también por ceder (en ocasiones).

Locas por las pasiones alegres. Locas por las conexiones. Y por las reacciones.

Locas por un buen vino en el Limay.

Locas por las fiestas callejeras y locas por aguar fiestas.

Locas por huir a la separación de la vida activista de los placeres nuestros de cada día.

Locas por los deseos puestos en la organización política. 

Locas por buscarse problemas. Y locas por no huir a los conflictos.

Locas por malditas. Locas por conjurar y locas por complotarse.

Locas por exigentes e inconformistas.  Locas por ácidas. Locas por insufribles.

Locas por las travas. Locas por putas y por las putas.

Locas por investigar. Locas por querer escribir todo.

Locas por ciertos miedos. Locas por dejar registro.

Locas por novelar. Locas por escarbar. Locas por reunir.

Locas por lo danzado y lo vociferado. Locas por los desánimos.

Locas por las escuelas. Locas por agitadoras y por ridículas.

Locas por los enojos. Locas por importunar y por perdurar.

Locas por los dolores propios y por otros ajenos que se vuelven propios.

Locas por armar locuras para re-existir en este mundo.

Locas por confiar incluso en quien no se lo merecía. Locas por los pactos.

Locas por aborrecer la doble moral. Locas por dar trabajo siempre.

Locas por lo que sangra. Locas por lo que repara. Locas por las libertades.

Locas por insultar y también por guardarse el insulto.

Locas por otras imágenes para que el mundo se torne más vivible.

Locas por las pérdidas. Locas por las frustraciones. Locas por el amor propio.

Locas por los gritos. Locas por la falta de respeto.

Locas por las risas impertinentes. Locas por las sentencias impiadosas.

Locas por intervenir. Locas por grafiteras. Locas por las ocurrencias.

Locas por moverse. Locas por parar el mundo. Locas por las lágrimas. 

Locas por señalar las torturas diarias.

Locas por las sospechas. Locas por lo cotidiano.

Locas por apasionadas. Locas por reclamar el “buen vivir”.

Locas por un presente con justicia y ternura.

Locas por un porvenir más digno. Locas por los devenires.

Locas por hacer posibles algunos imposibles.

Locas por sumar (y a veces por restar). Locas por imperfectas.

Locas por inexplicables. Locas por la fragilidad de la vida.

Locas por las incertidumbres que ensanchan.

Locas por insensatas.

Locas con otras, otres y otros. Locas por y con las infancias libres.

Locas porque sí. Locas por la vida. Locas sueltas.

Locas por las revueltas cotidianas. Locas por a(r)mar desobediencias colectivas.

Locas por las amistades (que siempre son políticas).

Locas por los refugios. Locas por otras palabras.

Locas porque “otra vez con eso”!

Locas por la vida. Locas por doquier. Locas por tenernos.

Locas por amor. Y locas de amores.

Locas cuando es necesario. Locas a veces. Locas siempre. Siempre locas.

¡Vivan las locas!

 

Ruth Zurbriggen y Belén Grosso

(La Revuelta Colectiva Feminista, Neuquén, 11-1-2021)

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