Nombrar. Ocupar. Resignificar. Confluir. Reunir. Acciones que impregnan el “Espacio Intercultural Graciela Alonso”, un lugar que reconoce a nuestra feminista irreverente pero que por sobre todo invita a ser un sitio de encuentro, de resistencias, de presencias aún en la ausencia.

Graciela ocupó las calles, pintó paredes, levantó banderas, abrió debates, estiró los límites de lo posible, construyó posibilidades para pensar otros mundos, más justos, más dignos de ser vividos. “Nos dejó un legado vibrante, tan inconformista anduvo por la vida terrenal que siempre nos invitó a ir por más, siempre ese deseo por transformarlo todo”, asegura Ruth Zurbriggen, de la colectiva feminista La Revuelta. Transformarlo todo, y más.

El 8 de marzo de 2021 el fuego feminista inundó los ex Arcos Romanos, en el cierre de las actividades organizadas por La Revuelta, junto a otras colectivas. También ahí celebraron la legalización del aborto unos meses antes. “Con la adrenalina que nos surge cuando celebramos las existencias, las luchas y las resistencias, dijimos este lugar se tiene que llamar ‘Graciela Alonso’, fue un deseo para seguir mirándonos en colectivo”, recuerda Ruth.

“Espacio Intercultural Graciela Alonso”, es el nombre que eligieron. Fue aprobado por unanimidad por el Concejo Deliberante de la ciudad de Neuquén, y quedará inaugurado este 25 de noviembre, día de lucha internacional por la eliminación de las violencias machistas, día en que Graciela cumpliría 61 años en este plano. “Sentíamos que era importante denominarlo Espacio Intercultural para hacer confluir las muchas luchas con las que Graciela se comprometió. Su nombre por sí solo es referencia feminista sin dudas, advierte Ruth.

Entre esas tantas luchas, está la del pueblo mapuce. “Recordar en un espacio público a Graciela es sumamente importante para nosotros. Es traerla a la memoria. Desde nuestra forma de entender la continuidad de la vida, Graciela nos sigue guiando y acompañando en todos los momentos”, dice Pety Pichiñam, kimeltucefe -educadora mapuce- . Se conocieron tres décadas atrás y caminaron juntas por distintos espacios. “Con Graciela comenzamos a trabajar y debatir la cuestión de género y el feminismo dentro del pueblo mapuce, nos invitó amablemente hacer el debate desde el conocimiento. Su presencia fue muy importante en distintas instancias de lucha y de reivindicación de derechos con el pueblo mapuche”, indica Pety.

En la región desde hace tiempo el pueblo mapuce junto con distintas organizaciones ha visibilizado la necesidad de cambiar los nombres de calles, plazas, monumentos. “Hay tantos lugares colonizados no solo apropiados físicamente, sino impuestos desde esa idea colonizadora de poner nombres, como el del asesino Roca. Para el pueblo mapuche es muy importante renombrar y revalorizar los nombres, como el de nuestra, nuestros ríos, es todo un trabajo que tenemos que hacer hacia la sociedad”, remarca Pety.

Sobre el “Espacio Intercultural Graciela Alonso” Pety asegura que “será un espacio que nos va a convocar, un lugar de encuentros y de compartir cosas. Cuando se renombra un lugar implica construir otras ideas, otros pensamientos que empiezan a circular, otra historia”.

“Esperamos que nos posibilite seguir armando complicidades, que ese lugar sea también un refugio para la memoria de las luchas de esta región”, afirma Ruth. Renovado y resignificado desde el feminismo y la interculturalidad el “Espacio Intercultural Graciela Alonso” será el lugar de cierre de la marcha que comenzará el jueves 25/11 en el monumento a San Martín. La irreverencia de Graciela sigue en las luchas, en las resistencias, y Ruth lo confirma: “Ella sigue haciendo de las suyas, me gusta hacerle lugar a esa posibilidad, por su vida y la mía, por su compañía, por sus inspiraciones, por todo lo que nos enseñó, por nuestras discrepancias también y por la amistad íntima y política que supimos armarnos”.