La legalización del aborto en Argentina no tiene fronteras

Hace un año se aprobaba la ley que legalizó el aborto. El avance en derechos para las personas que necesitan abortar no fue solo para nuestro país, en Chile abrió la posibilidad de generar debates parlamentarios y permitió a mujeres viajar y realizarse un aborto seguro y legal en Argentina.

Foto Facebook «Con las Amigas y en la Casa»

El 30 de diciembre de 2020 el Senado aprobó la ley 27.610 que establece el acceso a la interrupción voluntaria y legal del embarazo y a la atención postaborto de todas las personas con posibilidades de gestar y por ende de abortar. La ley les reconoce el derecho a interrumpir su embarazo:

– Hasta la semana catorce inclusive de gestación (14 semanas y 6 días), sin tener que explicar los motivos de la decisión.

– A partir de la semana quince de gestación, cuando el embarazo es resultado de una violación o si está en peligro la vida o la salud de la persona embarazada.

De acuerdo a información difundida por el Ministerio de Salud de la Nación, se registraron en todo el país 32.758 interrupciones de embarazos en condiciones seguras en el sistema público a noviembre de este año. En tanto, Socorristas en Red acompañó entre el 20 de enero y el 30 de octubre, a un total de 10.900 personas. De este total, 308 tenían al momento del aborto hasta 17 años inclusive y 9.592 más de 18 años. 

“Sin dudas el impacto de la legalización del aborto en Argentina, es muy fuerte en Chile, nos hizo repensar nuestras propias prácticas. Es increíble lo que hemos avanzado en Chile, no en términos legales, sí en la capacidad de incidencia y expectativas de diálogo y trabajos cercanos con parlamentarias y constituyentes (nueva figura política luego de aprobarse el cambio constitucional)”, cuenta Carolina Cisternas Márquez, integrante de la organización “Con las Amigas y en la Casa”, abortera, socióloga, lesbiana y acompañante de abortos hace más de 10 años.

Además, a diferencia de la ley uruguaya, la ley argentina no limita el acceso de personas extranjeras al derecho a abortar, por lo que hay mujeres que han optado por la opción de viajar y realizarse un aborto seguro en nuestro país. “Hay algunas mujeres que van de forma autónoma y luego nos cuentan su experiencia. También acompañamos a otras que tienen la necesidad de viajar, y allí accionamos con nuestras redes solidarias. Nos damos cuenta que articulamos a nivel nacional y también internacional, tenemos la posibilidad de acompañar y resolver incluso por fuera de las fronteras que nos limitan. Esto nos llena de orgullo, porque no estamos solas, no hay límites de jurisprudencia que nos impida tener estrategias colectivas y de acompañamientos que sean regionales”, explica Carolina.

En Chile el aborto estaba totalmente prohibido hasta 2017, año en que se aprobó su legalidad por tres causales: riesgo de vida de la mujer, debilidad fetal y violación. “La tercera causal tiene muchas restricciones de semanas y harto protocolo para poder acceder a ella. La implementación de esta ley es muy precaria, los equipos están poco capacitados, y hay poca voluntad de garantizar en varias situaciones”, asegura Carolina quien además integra una organización encargada de observar la ley de aborto en Chile.

En 2009 se lanzó la primera línea de información segura sobre interrupción de embarazo. Carolina indica que “desde ahí en adelante se amplían estas redes con otras organizaciones feministas que también vuelcan parte de su trabajo en el trabajo informativo sobre aborto”.

Foto Facebook «Con las Amigas y en la Casa»

La reciente elección de Gabriel Boric como presidente llena de expectativas al movimiento feminista en Chile. “Con Boric de presidente y con un movimiento abortero fortalecido y articulado vemos un panorama positivo para las mujeres que abortan y para las acompañantes”, afirma Carolina. Boric, en su primer discurso como presidente, se comprometió a resguardar el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos, y cuenta con el acompañamiento de dirigentes mujeres en su proyecto político. “Todo esto nos da la esperanza de legalizar el aborto durante su período. No solo por este gobierno sino también porque como organizaciones este año presentamos una iniciativa en el marco de la Convención Constituyente donde pedimos que el aborto sea tratado como norma constitucional. Vamos a estar reuniendo firmas para que nuestra iniciativa “Será ley” sea discutida en la Convención Constituyente con la misma seriedad y peso que si la hubiese presentado un constituyente”, anticipa Carolina.

“Me sentí rodeada de amor y entendí que era mi derecho a decidir”

“Tengo 41 años, dos hijas maravillosas de 6 y 8 años. Tengo mi pareja hace 20 años y nos falló el método anticonceptivo (condón). Me hice un test de embarazo y salió positivo. Desde ese instante supe que quería abortar”, relata M. una mujer oriunda de Chile que pudo acceder a un aborto legal en Argentina. “Tengo trastorno bipolar y con los embarazos no puedo medicarme (tomo litio) y mi salud mental empeora sin medicamentos, me vuelvo agresiva conmigo y con mi entorno, al extremo de tener pensamientos suicidas recurrentemente. Por eso, no estaba dispuesta a pasar «otro» embarazo arriesgando mi vida y la de mi entorno, opté por mi salud mental”, cuenta M.

Se puso en contacto con la organización Con las Amigas y en la Casa, e intentó abortar con pastillas pero el tratamiento no funcionó (intentó tres veces como se indica desde los protocolos vigentes). En ese momento surgió la opción de viajar a Argentina. “La verdad es que en un principio no quería ir, tenía mucho miedo, ya que en Chile el aborto libre es ilegal, está penado por ley y además existe un gran juicio valórico y social con el cuál, lamentablemente, crecemos las mujeres. Por lo cual siempre existe el temor muy en lo profundo de que una está haciendo algo indebido, oculto, cómo algo criminal”, recuerda.

Atravesando miedos y fronteras M. cruzó la cordillera y pudo acceder al derecho de abortar, que en Argentina no restringe nacionalidades. “Me acompañó mi cuñada y las personas de la Red, que jamás me dejaron sola. Ellas hicieron todos los contactos y así fue que llegué a Argentina, me sentía rodeada de amor y todos los miedos fueron desapareciendo, fui entendiendo que está era mi opción y mi derecho a decidir”, remarca.

Sin dudas, a un año de la legalización en Argentina se fueron derribando tabúes y prejuicios –aunque todavía persisten- y la interrupción de un embarazo comienza de a poco a ser una práctica informada, acompañada y contenida dentro de ámbitos de salud. “Fue todo muy natural, hablar del aborto, contar mi historia, la doctora que me atendió fue muy empática y me explico todo el procedimiento muy claramente, respondió todas mis dudas y así fue como se ejecutó todo perfectamente. Me sentí apoyada y acompañada siempre. Les agradezco de corazón todo lo que hicieron por mí”, agrega M.

Al igual que las organizaciones feministas de Chile M. guarda esperanzas con el nuevo gobierno: “espero que con el nuevo gobierno se intente aprobar nuevamente el proyecto de ley de aborto libre y seguro que, hace poco fue rechazado, para que seamos tratadas con respeto y dignidad. Un abrazo y todo mi respeto a las mujeres que lucharon en Argentina para que el aborto fuera legar y seguro, son un ejemplo a seguir”.

 

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