Ya nos decía Simone de Beauvoir: los derechos de las mujeres “nunca se dan por adquiridos, deben permanecer vigilantes toda la vida”. Y así lo demostró el falló de la Suprema Corte de Estados Unidos que pone en grave peligro el derecho y el acceso al aborto legal en el país de América del Norte. Julia Mac Reynolds Pérez, socióloga estadounidense, advierte que no se venía de un estado ideal, que hace décadas el movimiento anti derechos viene estigmatizando al aborto, y espera que este hecho implique una reacción en la sociedad que se traduzca en movilización y lucha por los derechos reproductivos.

“Antes del fallo el aborto estaba en un estado muy malo, llevaban décadas de atentar contra el derecho. No venimos de algo ideal. Uno de los logros de los antiderechos en EEUU ha sido identificar al aborto como una cosa oscura, peligrosa, muy asociada a imágenes sangrientas y de muerte. Hay una gran mayoría en EEUU que no quiere saber ni hablar del tema”, asegura Julia Julia MacReynolds Pérez, socióloga y docente en el College of Charleston en Carolina del Sur. Está en nuestro país para investigar la legalización del aborto y la implementación de la ley 27.610. El sábado 25/06 participó, invitada por La Revuelta, del último taller del Ciclo de Comunicación Feminista, organizado por la Escuela Feminista Graciela Alonso, en el que se abordó una historización de la cobertura mediática del aborto en Argentina. “En lo concreto estoy recabando aprendizajes que podemos llevar a EEUU en este contexto, y difundir las buenas estrategias y los logros en Argentina”, asegura.

El viernes 24 de junio la Corte Suprema de Estados Unidos anuló la histórica sentencia conocida como Roe contra Wade, que desde 1973 garantizaba el derecho al aborto en el país. “La Corte dice que no cuentan los derechos adquiridos, porque se retrotrae todo a la Constitución de 1776, una época en la que imperaba el racismo, la esclavitud, la libertad de hombres blancos y terratenientes”, explica Julia.

Julia sostiene que las juventudes no logran advertir aún el impacto real del fallo: “son dos generaciones que se han criado con aborto legal. Veo a mis estudiantes, la gran mayoría mujeres, que no contemplan lo que significa poder interrumpir un embarazo”. También relata que aunque existe el derecho “el aborto sigue siendo una cosa escondida, que no se cuenta, de estigma, de vergüenza. Siempre ha estado ahí, pero siempre cubierto. Hay jóvenes muy anti derechos, no se usa pañuelo celeste pero se que lo usarían. Y tengo estudiantes muy a favor de los derechos reproductivos, pero no se ha tenido que luchar”.

En lo concreto cada estado podrá aplicar o no el derecho al aborto. Julia adelantó que se están organizado redes para movilizar mujeres y personas gestantes desde los estados antiderechos a los estados donde sí se garantiza el aborto, por ejemplo desde Texas, Georgia o Carolina del Sur a Carolina del Norte, o incluso esde Texas a México.

Las movilizaciones ya han llegado a la Suprema Corte de Estados Unidos, y también se ha generado una fuerte reacción internacional tanto de líderes políticos como de organizaciones feministas en todo el mundo.

Una ley federal que garantice el derecho al aborto sería la herramienta que allanaría el camino, pero Julia coincide con muchos análisis políticos en que no es algo posible en este momento: “Todo corre por los poderes políticos, fallos de la Corte, elecciones, y muy poca movilización. Es un país con poca movilización. Tengo algo de esperanza que haya una reacción a este acontecimiento. En comparación, sabiendo que las leyes y su cumplimiento no son la misma cosa, la ley que tienen acá es divina. En Estados Unidos, con un sistema médico neoliberal, aunque haya derecho al aborto, todo se tiene que pagar”. 

“No olviden jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos, deben permanecer vigilantes toda la vida”.

Simone de Beauvoir.