Nueva Constitución chilena: “este proceso democrático surgió de las luchas del pueblo”

El 4 de septiembre se realizará en Chile un plebiscito para aprobar o rechazar la nueva Constitución, que modifica la vigente, escrita durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

Marcha en Chile luego del primer referendum.

La primavera va a llegar antes en Chile porque se va a dar una fiesta popular el 4 de septiembre, creemos que se va a aprobar la nueva Constitución y por un número importante, como han sido las movilizaciones de 2019”, afirma con fuerte convicción Arrayín Navarrete Grandón, docente, profesora de historia, nacida en Chile y radicada en Argentina desde 1975. Vino con su mamá en busca de mejores condiciones de vida, materiales y emocionales. Vivieron un tiempo en Jujuy y en la década del 80 se asentaron en Neuquén. Desde Villa Ceferino Arrayín convoca a votar por el SÍ APRUEBO. “Vivo en el barrio Villa Ceferino y es uno de los barrios con mayor concentración de población chilena en el país, está certificado. Como ya cerraron las inscripciones para votar, llamamos a quienes se anotaron a que vayan a votar por el SÍ APRUEBO, porque es un momento histórico”.

La Constitución vigente, aunque tuvo una reforma en 2005, mantiene la impronta neoliberal que estableció la dictadura de Pinochet. La movilización social de octubre de 2019 llevó a un acuerdo con la mayoría de los partidos del oficialismo y la oposición para redactar una nueva carta magna. El primer plebiscito se desarrolló en octubre de 2020 donde el 80% de la población votó por una nueva Constitución, y en mayo de 2021 se eligieron 155 convencionales que la redactaron.

La nueva Constitución en Chile trae cambios, esperanzas, aires de democracia, de dejar atrás la dictadura tan larga que tuvo Chile, la única pero la que generó tanto retroceso en el pueblo chileno. Trae derechos para trabajadores y trabajadoras, para esos grupos que han sido olvidados, discriminados, que han sufrido los embates del estado neoliberal instalado por el dictador Pinochet. Trae derechos para niñes, mujeres, disidencias sexuales, pueblos originarios”, explica Arrayín. En este sentido, remarca la importancia de los feminismos en el texto de la Constitución. “Es innovador, en comparación con otras constituciones del mundo, el nivel de paridad de género que se establece, desde el primer artículo. Le da lugar a las mujeres que hasta el momento están muy invisibilizadas”, agrega. La dictadura pinochetista, con un fuerte arraigo religioso, forjó décadas de subordinación de las mujeres y disidencias. “Le ha costado mucho a los feminismos en Chile levantarse, visibilizarse y exigir derechos. Por eso es tan importante que en casi todos los artículos esté presente la necesidad de ocupar órganos de gobierno con paridad de género y de priorizar esta participación, por supuesto hay que ver cómo esto se lleva adelante”, sostiene la docente.

Asunción de Boric como nuevo presidente de Chile (marzo 2022).

“Para mí lo más importante de esta Constitución es el proceso democrático que se dio y lo que trae: poner fin a esa Constitución anterior que dejó la dictadura de Pinochet, que dejó un país devastado, con profundas marcas de sometimiento, de obediencia, de no ver un futuro próspero y de individualismo”, destaca Arrayín. También aclara que “para algunos, quizás, no es una constitución socialista, pero es mejor de lo que había, siempre es posible mejorar, este proceso hay que defenderlo porque es un proceso democrático y que surgió de las luchas del pueblo”.

Con un grupo de integrantes de la APDH Neuquén, Arrayín participó de la asunción de Gabriel Boric en marzo de este año y pudo presenciar la alegría del pueblo chileno ante el nuevo gobierno. “La gente, de todas las edades, estaba muy contenta, salía a las calles, sacaban imágenes de Allende que habían estado guardadas por muchos años, nos contaban de sus heridas reales, se emocionaban, fue un poco reivindicar la lucha del 2019”, recuerda Arrayín. De ese movimiento, de esa lucha, de ese estallido que dijo basta a los atropellos y abusos de los poderosos, surge la nueva Constitución. Como remarca Arrayín más allá del texto el camino iniciado es un signo de cambio: “este proceso constituyente es un basta a todo el modelo que trajo tantos años de sufrimiento para el pueblo chileno”.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *