“Hay que mostrar que la memoria sigue viva y que las semillas están creciendo”

“Yo estuve detenida acá”, le explica Dora Seguel, al guardia de “La Escuelita” de Bahía Blanca que le abre la tranquera con desconfianza. “¿Sabés lo que pasó acá?”, lo increpa. El joven, de unos 20 años, no responde. No tiene ni idea. “Acá me tuvieron detenida a mí, a mi hermana y a muchas compañeras y compañeros que están desaparecidos”. El soldado mira atónito. Dora Seguel está con el equipo de filmación de un corto que cuenta parte de su vida. La sorpresa es generalizada, de un lado y del otro de la puerta de entrada. Están frente a un soldado que no sabe, no le enseñaron, no buscó qué sucedió en su lugar de trabajo.

“Es muy difícil crear las bases de un país si no se trabaja la historia en todos los ámbitos”, reflexiona Dora, “por eso es importante que queden escritos, documentales y libros para que la historia se conozca”. Y ese es uno de los objetivos de “Camino de regreso, una historia de Dora Seguel”, un corto documental que se estrena el 9 de diciembre y que busca trabajar contra el olvido.

“Empezamos a escuchar que Dora tenía necesidad de contar su historia. Nos decía que su gran miedo es preguntarse por quién va a contar sus historias cuando los sobrevivientes ya no estén y ahora que las madres están grandes”. La que habla es Luciana Rodrigues Dacunto codirectora junto a Violeta Arzamendia del corto que tiene a Dora Seguel de protagonista.

Ambas vienen de trabajar la memoria en sus producciones audiovisuales. En pandemia armaron ACTIVA, una cooperativa audiovisual feminista y eligieron este corto para dar el puntapié inicial. “Contar la historia de Dora”, piensa Luciana, “era una necesidad de ella y también nuestra”.

“No somos eternas”, dice Dora, “si bien todos los años vamos a las escuelas y generamos espacios de charla y debate sobre el genocidio, va a llegar un momento que no nos va a acompañar el cuerpo ni la lucidez para seguir haciéndolo. Y este corto, quizás es el puntapié para iniciar el debate cuando ya no estemos. Hay que saber anticiparse a los hechos”.

“Camino de regreso” parte desde Bahía Blanca, donde Dora Seguel estuvo secuestrada durante la última dictadura cívica, empresarial, eclesiástica, militar, y llega hasta Cutral Co, la ciudad donde a sus 16 años fue secuestrada.

“Viajamos a Bahía Blanca, a la ruta 22, donde la liberaron a Dora”, cuenta  Luciana, “para que ahora nos pueda contar con esa emocionalidad lo que ella vivió”. Y Dora suma: “El corto está enfocado en qué hacer después, en cómo rehacerte, en cómo reacomodarse a la vida, sanar heridas. Ayudar a sostener, mantenernos y continuar la lucha”.

Y la pregunta que surge es clave: ¿Cómo se hace para seguir? Y Dora es categórica: “se hace con muchas ganas y con un amor profundo a la vida, que era lo mismo que tenían nuestros 30.000 compañeros desaparecidos”.

El avanzar feminista logró que las torturadas, las secuestradas, las detenidas pudieran contar, en los juicios de Lesa Humanidad, que también habían sido abusadas sexualmente. El abuso sexual, las violaciones, los manoseos y desnudez en esos juicios eran concebidos como parte del tormento. Pero eso quedó atrás en 2010 cuando se condenó al genocida Gregorio Molina por las violaciones que perpetró en el centro clandestino “La Cueva” de Mar del Plata. A partir de ese momento, se exigió que se contemplen los abusos sexuales de forma independiente de los tormentos y torturas que padecían les detenides.

Y Dora Seguel es parte de esa lucha feminista también. Es la primera mujer que acusó de violación a los represores de Neuquén. Y logró que se haga justicia. La sentencia del séptimo tramo del juicio por delitos de Lesa Humanidad condenó en 2021 a 11 militares por abuso y violación tanto en Cutral Co como en Bahía Blanca.

Dora escuchó la condena de los genocidas 44 años después de lo que le hicieron. “Ya no hubo justicia para esa niña de 16 años, militante del PRT”, dice Luciana, “pero igual fue reparador haberlo logrado por ella y por un montón de otras mujeres que no están”. Entre ellas, sus hermanas: Arlene y Argentina que también fueron secuestradas y torturadas. Arlene hoy sigue desaparecida.

“El camino de regreso”, explica Luciana, apunta a preguntarse: ¿Cómo volvió Dora a su propio cuerpo después del intento de deshumanización por parte de los genocidas abusadores torturadores?, ¿Cómo hizo para para volver a su vida? ¿Cómo fue el regreso a Cutral Co sin poder contar lo que le hicieron? ¿Cómo fue sentirse aislada por ser una sobreviviente?

La presentación del corto será el sábado 9 de diciembre a las 19 h en el Aula Magna de la UNCo (Buenos Aires 1400, Neuquén). “Creo que nunca mejor esa fecha para presentarlo”, dice Dora, “un 9 de diciembre se leyó la sentencia donde los genocidas fueron considerados culpables de todo lo que dijimos. Un 9 de diciembre es un día antes de la marcha de la Resistencia, el día en que tomamos las calles para decir: ¡Nunca Más!”.

Dora desea que la marcha del 10 de diciembre sea multitudinaria. Es consciente de la avanzada de las derechas fascistas en Argentina: “Hay que mostrar que la memoria sigue viva y que las semillas están creciendo, un revés político no puede borrar 47 años de lucha por la memoria”.

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