Noelia Pucci: “Mi aporte como música, es poner mi voz al servicio de las mujeres”

diciembre 14, 2020 Aborto, Notas Comentarios

A pedido de La Revuelta, Noelia Pucci, compuso, puso música y voz a la canción “En un mundo justo”. Se trata de un aporte en medio del tratamiento en el Congreso, que ya obtuvo media sanción en la Cámara de diputados y diputadas, del aborto legal.

“Para mí es un honor que me hayan convocado para escribir y cantar esta canción, es importante que mi obra siga estando entre las voces no escuchadas, entre las voces desprotegidas”, cuenta Noelia Pucci, artista neuquina, nacida en Chos Malal, y con un fuerte compromiso social.

La canción es un producto impulsado por La Revuelta y se inscribe en la campaña “En un mundo justo las niñas no son madres” que desarrollan desde 2019 en Socorristas en Red en pos de las acciones por la despenalización y legalización del aborto que está en pleno debate en el Congreso. Su lanzamiento y difusión es parte de las acciones para insistir con la aprobación del proyecto, que comienza hoy (14/12) con el debate en las comisiones del Senado.

“Les niñes vinimos a cantarles, que en un mundo justo las niñas no son madres”, dice el inicio de la canción. La letra se inspira en diálogos con niñas y adolescentes en ocasión de ser convocadas para pensar la campaña en aquel año.

La ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, y su aplicación, permitirá garantizar el derecho de las mujeres y personas gestantes a decidir sobre sus cuerpos, y en especial a niñas y adolescentes que en muchos casos son obligadas a parir. En Argentina, cada 3 horas una niña de entre 10 y 14 años es forzada a gestar, parir y maternar según datos de Unicef.

Desde hace 15 años el movimiento feminista insiste en que el aborto legal es un derecho. A lo largo del camino se han sumado organizaciones, activistas, agrupaciones y artistas. Una de ellas es “Noe” Pucci, quien desde 2005 acompaña esta lucha con distintas acciones, siempre sumando su música y su arte. “Yo empecé a cantar desde muy chica, siempre he intentado y seguiré haciéndolo, que esté al servicio de la lucha de las mujeres, de los sectores más postergados, de los sectores populares, de movimientos LGTTBI”, asegura Pucci.

“No es un camino fácil, no solo para las que hacemos música y somos militantes sino para todas las compañeras, todas las mujeres, en un mundo atravesado por el capitalismo y el patriarcado. Sin embargo, es la decisión más linda que tomé en mi vida, la del feminismo, la lucha de clases, cantar para esos sectores que han sido relegados, más golpeados por las políticas neoliberales. Mi aporte como música, como cantante, como mujer, es poner mi voz al servicio de las mujeres, de las adolescentes, de las niñas”, remarca.

Los feminismos, y en particular el de La Revuelta, siempre han buscado nuevas formas de visibilizar las luchas, los derechos, los deseos. Las producciones culturales, artísticas y musicales -como esta canción- son un ejemplo de ello. “Es sumamente importante para las nuevas generaciones, para las niñas, poder hacer una reseña de lo que no puede pasar: que en un mundo justo las niñas no pueden ser madres”, sostiene Pucci.

En una mirada a su niñez, Pucci recuerda su primera banda: “Fue a los 14 años y era toda de mujeres. En mi ciudad del norte neuquino (Chos Malal), más allá que tiene una historia de lucha, en la música -más en el rock- era bien difícil ser mujer y cantar. Imagínate una banda de mujeres músicas”. Ya en ese entonces vivenció los mandatos del patriarcado: “La baterista de la banda se quedó embarazada y no pudo seguir tocando, eso no les pasa a los hombres cuando van a ser padres. Eso me marcó. En esta sociedad siempre estamos en el último lugar, no solamente ahí, también en los escenarios, por ejemplo. Tuvimos que pelear por una ley de cupo femenino en los escenarios, porque no nos daban el lugar que merecíamos, que por derecho nos corresponde, porque las mujeres también somos artistas y tenemos capacidad para hacer distintas disciplinas”.

Comprometida con las luchas sociales, los reclamos populares, con la reivindicación del pueblo mapuche, Pucci rescata que el feminismo le dio “amor propio”. “Soy una mujer de 37 años. Pude elegir no ser madre ni casarme, y eso lo logré gracias al feminismo. Los cambios históricos siempre nos han valido sangre y sufrimiento, no ha sido un camino fácil, la sociedad deberá entender que las mujeres tenemos derechos, nos merecemos un mundo más justo, merecemos vivir sin violencia, sin acoso, sin maltrato laboral, sin desprecio. Estamos dispuestas a cambiarlo todo, por las que no están, por las que estamos y por las niñas-mujeres que van a venir”, cierra Pucci, con su voz segura y firme que nos traerá más canciones y lucha.