Se cumplen dos años de la aprobación de la ley 27.610 de Interrupción Voluntaria del Embarazo. La atención telefónica de La Revuelta en Socorristas en Red, se mantuvo, no mermó la cantidad de llamados, aunque sí reformuló preguntas e información a brindar. Una encuesta realizada a quienes llamaron a la Línea de Neuquén reveló que durante el primer año y medio había aun cierto desconocimiento de la ley y a la vez el deseo de abortar con acompañamiento feminista.

¿Quiénes llaman? ¿Cómo consiguieron el número? ¿Por qué llaman? ¿Saben que el aborto es legal? Fueron algunas de las preguntas que se buscaron responder en el estudio “Evaluación de necesidades en Argentina con posterioridad a la legalización del aborto”, realizado de manera conjunta entre un equipo de Harvard T.H. Chan School of Public Health (HSPH), Ibis Reproductive Health (Ibis) y La Revuelta (integrante de Socorristas en Red)[1].

“Llaman porque quieren ser acompañadas por nosotras”, dice Luján Peralta, una de las tres telefonistas que atiende la línea 299-4722618, de la colectiva feminista La Revuelta en Socorristas en Red. Quienes llaman no solo buscan información para abortar, también quieren encontrar contención, acompañamiento y confianza. El estudio se propuso describir los niveles de conocimiento sobre la nueva ley de acceso a la interrupción voluntaria del embarazo de las personas que llaman a la Línea directa de La Revuelta, así como también los procesos de toma de decisiones, las vías hacia la búsqueda de servicios de aborto, y los motivos que llevan a llamar a La Revuelta. Se trató de una encuesta voluntaria que realizaron las telefonistas[2] a quienes llamaron entre junio de 2021 y agosto de 2022. Fue aprobado por la Comisión Asesora en Investigación Biomédica en Seres Humanos (CAIBSH) dependiente del Ministerio de Salud de la Provincia de Neuquén.

El 65% de quienes llamaron y respondieron la encuesta lo hicieron porque confían en socorristas. El 11% llamó porque no quiere ir al sistema de salud, y un 20% por los dos motivos.

En Argentina el 29 de diciembre de 2020 se aprobó la ley 27.610. Luego de su publicación en el Boletín Oficial (enero 2021) la interrupción voluntaria del embarazo es un derecho para niñas, mujeres y todas las personas que pueden gestar. Lo que significa que el aborto debe garantizarse en todo el territorio nacional. En este contexto, las acciones activistas, las redes socorristas que durante años brindaron información y acompañamiento para abortos seguros, siguen funcionando “al pie de la teta”.

¿Por qué llaman a socorristas? “Se que me van a ayudar, acompañar y contener” (44,63%), “Porque ya aborté con ustedes” (22,74%), “Porque acompañaron a gente que conozco y me las recomendaron” (18,57%), “Se que no me van a juzgar” (16,44%), “Me van a ayudar más rápido que en el sistema de salud” (13,63%). Fueron las principales respuestas, entre más de 15 opciones y entre las que podían elegir más de una.

Luján habla de su hacer telefonista con una sonrisa. Tiene 25 años, estudia una carrera terciaria y vive en Centenario. Dice que desde que se sancionó la ley no hubo diferencia en cantidad de llamados, lo que cambió es el contenido. “En muchos casos por ejemplo llaman porque acceden al sistema de salud, pero quieren ser acompañadas por nosotras, porque el sistema de salud no funciona como nosotras, que acompañamos durante el proceso a cualquier hora”, explica. Y lo dice por experiencia propia.

“Hay una llamada que me acuerdo mucho. Era un sábado y estaba terminando mi turno. Llama un varón que estaba acompañando a su pareja. Eran de La Plata, tenían todo, tenían los recursos económicos para acceder a un aborto, en ese entonces no era legal pero habían accedido a una receta y al misoprostol, pero no sabían cómo usarla. El médico no les había explicado nada, solo la receta. Le mandé los folletos para que sepan cómo usar la medicación y que sepan lo que iba pasando. Hablé solo con él, ella estaba muy angustiada, él la re-apoyaba, se notaba muy amoroso con ella. Como hasta el lunes no volvía, les di mi número personal y les dije que cualquier cosa me escriban, y me escribieron y les hice el acompañamiento telefónico, como hacemos con todas. Ella me mandó audios agradeciéndonos. Solo tenía misoprostol así que el proceso fue muy largo, pero estuve todo el tiempo pendiente de ellos. Tenían mucha desinformación. Salió todo bien”.

Estar, poner el cuerpo, la escucha, la disponibilidad. Eso es el hacer socorrista que se mantiene aunque exista el aborto voluntario legal, que se rearma, que se profundiza, que sigue tejiendo redes y lazos de amorosidad. La indagación también registró que el 40% de quienes fueron encuestades se enteró de la línea de boca en boca, el 30% tenía el número porque ya había sido acompañada antes y un 21% sacó el número de celular de las redes sociales. En este punto de cómo accedieron al teléfono hay un dato llamativo: entre las personas que primero accedieron al sistema de salud y luego llamaron a la línea el 32% dice haber obtenido el número por personal de salud.

Luján cuenta que los llamados son diversos: “hay quienes ya nos conocen, saben de nosotras por amigas, amigos, primas, mamás, hijas, que les han dicho lo que hacemos. Entonces son llamadas más ‘rápidas’, ya saben que tomamos algunos datos anónimos y participarán de un taller. Y hay otras que ni siquiera saben lo que hacemos, que llaman porque vieron el número en el hospital. Y ahí ya nos lleva más tiempo, explicamos qué es  el taller, que es como una charla informativa, entre otras cosas”.

El estudio reveló que el 32% de las personas encuestadas reportaron no saber nada, o muy poco, sobre la ley, incluyendo quienes dijeron que sabían que había una ley pero no sabían ningún detalle, ni dónde acceder a servicios. Luján confirma el dato: “en un principio muchas no sabían que el aborto era legal, y que había salido hace varios meses la ley. Algunas personas sí sabían que era legal pero no sabían cómo acceder, a dónde ir, si las iban a maltratar. Al día de hoy sigue pasando pero no tanto”.

Llaman mujeres, varones, parejas, madres, padres, hijas, amigas, amigues. De quienes accedieron a responder la encuesta el 32.8% tenía entre 25 y 29 años, el 23.5% entre 21 y 24 y el 22.5% entre 30 y 34. El 66.2% manifestó tener hijes y el 47.6% vivir en Neuquén Capital. Uno de los principales cambios que advirtieron las telefonistas luego de la ley es que gran parte de quienes deciden abortar llaman con menor tiempo de gestación: el 78% tenía entre 3 y 8 semanas de gestación y el 13% entre 9 y 14 semanas y el 7% no tenía seguridad de las semanas, al momento del llamado.

La encuesta se realizó durante el primer año y medio de puesta en marcha el aborto voluntario y evidenció la necesidad de informar, difundir y hacer vivir la ley 27.610. Porque, aunque el derecho esté reconocido, muchas veces el acceso no es igual ni equitativo en todos los servicios de salud de Neuquén. La ley sí trajo un marco de “tranquilidad”. “Se que si no llegan a nosotras pueden llegar a otros lugares, pueden abortar de igual manera, por eso digo que tengo más tranquilidad”, aclara Luján.

Lo que no cambió es la búsqueda de un espacio seguro, confiable y amoroso. Del otro lado de la Línea tampoco cambió la escucha atenta, la voz tranquila que dice “acá te vamos a ayudar”, la disponibilidad de horarios que se amplía cada vez más, la información actualizada y la decisión de acompañar abortos seguros y feministas.

El feminismo llegó para quedarse y el socorrismo también.

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Producción realizada por Emiliana Cortona y Melina Fit para La Revuelta.

Diciembre 2023.

[1] Investigadoras Principales: Brianna Keefe-Oates, Harvard T.H. Chan School of Public Health; Ruth Zurbriggen, Colectiva La Revuelta. Co-Investigadoras: Sofia Filippa, Ibis Reproductive Health, Caitlin Gerdts, Ibis Reproductive Health; Belén Grosso, Colectiva La Revuelta.

[2] Azul Alarcón, Vilma Campos, Luján Peralta.