En tiempos de lógicas neoliberales que arrasan, de odios y crueldades, la escuela se presenta como una suspensión al sistema mercantilista, donde se tejen tramas, se construyen relaciones pedagógicas y también esperanzas de resistencias. Así lo propone Beatriz Greco en un análisis sobre la realidad educativa actual y las perspectivas a futuro.

Beatriz Greco es psicóloga, psicopedagoga, y doctora en Filosofía, aporta saberes y experiencias para mirar prácticas en las escuelas. Durante las cuatro sedes que tuvo hasta el momento el conversatorio itinerante “La ESI nos mueve: buenas prácticas en escuelas secundarias de Neuquén”, su voz y su perspectiva analítica estuvieron presentes, en la mayoría de forma virtual y en la de Neuquén Capital de manera presencial. Parte de su activismo y de su trabajo es brindar charlas a docentes, estuvo recientemente en La Pampa y Córdoba.

“La crueldad y el odio vuelve todo muy enrarecido en términos vinculares. Entonces, por eso yo insisto en la idea de la institución como trama. La provincia de Neuquén está con un nuevo diseño curricular de secundaria, que es una excelente oportunidad para renovar y hasta inventar vínculos, no sólo entre docentes, sino con el conocimiento y cómo rearmamos relaciones pedagógicas con los pibes y las pibas”, asegura Beatriz.

La lógica neoliberal se compone de distintas secuencias, entre ellas la degradación de las condiciones laborales, de los servicios públicos como la educación. Cabe preguntarse ¿a quién interpela esta propuesta de repensar vínculos, de armar nuevas tramas, de insistir con la Educación Sexual Integral? “Interpela a quienes tienen el deseo de transformar”, responde contundente Beatriz y agrega: “a quienes están dispuestos y dispuestas a reunirse con colegas, idear proyectos, revisar las propias prácticas y ayudar a revisar las del colega; y también interpela a quienes no quieren cambiar porque se les presentan dificultades y conflictividad todo el tiempo en la escuela”.

Como hechos concretos Beatriz menciona que es central el rol del equipo directivo para sostener el proyecto pedagógico de la institución, y además es fundamental  generar espacios de acompañamiento para los equipos docentes. “Se habla del acompañamiento a las trayectorias estudiantiles, pero ¿y las trayectorias docentes? porque la trayectoria no es la biografía individual de cada uno, la trayectoria es institucional, la arma la institución”, remarca.

Uno de los conceptos que Beatriz ha desarrollado es el de “autoridad pedagógica”. “Proponemos una autoridad que habilite, básicamente la prioridad es de los otros/as/es, no es lo que yo digo. Y estamos en un contexto político que propone otra cosa. Entonces, con más razón me parece que hay que fortalecer la posición de esta escuela democrática, de una escuela que piensa en términos emancipatorios”.

Ante las avanzadas de las nuevas derechas neofascistas que buscan desprestigiar la ley de Educación Sexual integral, surge el interrogante ¿Es posible que rompan todo? ¿O quedan cimientos desde donde seguir construyendo? Beatriz avisora un panorama no tan desolador: “Creo que hay toda una historia y una tradición en las últimas décadas. La ESI forma parte de eso, de cómo venimos pensando los derechos de niños, niñas y adolescentes. Es un conjunto de avances que no se pierden en las prácticas, pero hay que buscar seguir sosteniéndolos. Lo que estoy viendo en Neuquén, en La Pampa, en Córdoba es que siguen existiendo políticas -tal vez- jurisdiccionales que avanzan en un sentido de democratización. Entonces eso me resulta esperanzador. Desde Nación se trata de arrasar y arremeter contra las políticas sociales y educativas, pero en el mismo momento veo trabajo localizado, situado y eso me parece alentador”.