La pregunta es el título del taller que desarrollará La Revuelta este martes 13 y jueves 15 en la Casa Revuelta, destinado a docentes de nivel primario de Neuquén Capital. Inspiradas en el concepto de Sara Ahmed, la propuesta busca armar un – o varios- kit de supervivencia.
“El feminismo que hacemos desde La Revuelta y la docencia están fuertemente enlazados, van juntos, caminando acompasadamente. El feminismo es una elección de vida, una forma de vida, hoy en día cuando hay tanta escuela rota, con vínculos rotos es muy importante sumergirse en el feminismo porque vamos a encontrar muchas respuestas y nuevas preguntas”, asegura Belén Grosso, docente, feminista y una de las talleristas.
El taller “¿Cómo ser docente feminista y no abandonar en el intento? Un kit de supervivencia”, se realizará durante dos jornadas presenciales (martes 13 y jueves 15) en la Casa Revuelta de Neuquén Capital. Esta primera etapa está destinada a docentes de nivel primario que trabajen en escuelas públicas, pero más adelante se extenderá a otros niveles y localidades, anticipó Belén. Contará con certificación de la Escuela Feminista Graciela Alonso, y es el tercer ciclo de formación que se desarrolla este año en el marco de la escuela (el primero fue sobre Comunicación Feminista y el segundo sobre ¿Dónde están las feministas?)
Sobre las ideas e inquietudes que motivaron este taller, Belén explica que parte de “nuestro deseo de estar en la escuela siempre, de pensar la escuela estando en la escuela, del interés que tenemos de extender el feminismo que venimos haciendo. Desde La Revuelta siempre hay un ofrecimiento de los conocimientos que vamos armando y construyendo, y también de aprender en espacios de formación”.
Sara Ahmed dice en su libro “Vivir una vida feminista”:
“Comprometerse con una vida feminista significa que no podemos no hacer este trabajo; que no podemos no luchar por esta causa, sea lo que sea que cause y, entonces, tenemos que encontrar la manera de compartir los costos de este trabajo. La supervivencia, por lo tanto, se convierte en un proyecto feminista compartido. Así que esta caja de herramientas contiene mis cosas personales, lo que he acumulado con el tiempo; cosas que sé que necesito hacer y que sé que necesito tener cerca para seguir adelante. Vamos a acumular cosas diferentes, vamos a tener nuestras propias cosas; podemos echar una mirada en los kits ajenos y encontrar ahí la historia feminista de alguien más. Pero creo que lo importante del kit no es solo lo que ponemos dentro; sino el kit en sí mismo, tener un lugar donde depositar esas cosas que son necesarias para tu supervivencia. El feminismo es un kit de supervivencia aguafiestas. Podríamos pensar en este kit de supervivencia feminista como una forma de autocuidado feminista” (Ahmed, 2017: 224).
“Comprometerse con una vida feminista significa que no podemos no hacer este trabajo; que no podemos no luchar por esta causa, sea lo que sea que cause y, entonces, tenemos que encontrar la manera de compartir los costos de este trabajo. La supervivencia, por lo tanto, se convierte en un proyecto feminista compartido. Así que esta caja de herramientas contiene mis cosas personales, lo que he acumulado con el tiempo; cosas que sé que necesito hacer y que sé que necesito tener cerca para seguir adelante. Vamos a acumular cosas diferentes, vamos a tener nuestras propias cosas; podemos echar una mirada en los kits ajenos y encontrar ahí la historia feminista de alguien más. Pero creo que lo importante del kit no es solo lo que ponemos dentro; sino el kit en sí mismo, tener un lugar donde depositar esas cosas que son necesarias para tu supervivencia. El feminismo es un kit de supervivencia aguafiestas. Podríamos pensar en este kit de supervivencia feminista como una forma de autocuidado feminista”
Belén cuenta que es a partir de este concepto que pensaron el tema del taller: “siendo feministas queremos puntear cuáles son las cosas, los afectos, los sentimientos, los libros… que necesitamos en nuestra vida para sobrevivir a ella. La escuela es un espacio muy importante para pensar estos otros mundos que queremos seguir armando. El kit tiene que ver con el trabajo con otres docentes, con aprender también de los pibes y pibas, con ir armando nuestras propias mochilas y sacando lo que no sirve”.
Durante los encuentros habrá además un eje transversal: la Educación Sexual Integral. “Además, nos inquieta que haya docentes que por trabajar con la ESI en cierta soledad, reciban como respuesta de parte de equipos directivos ante reclamos de algunas familias: ‘no te metas en problemas’, ‘mejor tomate una licencia hasta que se calmen las aguas’. Como dice Graciela Morgade: la ESI se hizo feminista, la hacemos feminista quienes sostenemos un fuerte activismo por la ESI en las escuelas. Hay que aprender y desaprender mucho, hay que devolverle a la escuela muchos afectos que han quedado afuera”, cierra Belén.
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